Cuando los policías de la comisaría 25ta. llegaron a la vivienda acompañados por un veedor judicial, alrededor de las 7 de ayer, hubo una maniobra de último momento del dueño de casa para tratar de zafar de lo que, a esa altura, ya le traía serias complicaciones: un bolso, que no dudó en arrojar al fondo. Pero no hubo caso: los policías notaron el movimiento y en segundos un allanamiento casi de rutina para encontrar una moto robada terminaba en un duro golpe al narcotráfico: en el bolso habían tres panes, un trozo de otro y un envoltorio con marihuana (en total 3,793 kg.), y cocaína fraccionada en tizas y otros envoltorios de látex, cápsulas ingeridas y ya expulsadas que hacían un total de 1,226 kg. de la sustancia. También hallaron tres balanzas de precisión y 7 cartuchos calibre 32, dijeron fuentes policiales.
La droga secuestrada, dijeron en la comisaría 25ta., está valuada en unos 25.000 pesos. "Es el secuestro más importante en lo que va del año", resaltó el jefe de policía, Miguel González.
Ayer, el jefe de la comisaría 25ta. comisario inspector Hugo Tello, aseguró que en cierta forma esperaban hallar droga porque tenían conocimiento de que otros vecinos del barrio donde hicieron el allanamiento, el Ansilta en Rawson, conseguían la droga y pagaban a otros habitantes del lugar para que la tuvieran hasta darle su destino definitivo: el comercio.
"Fue un trabajo de inteligencia realizado hace un tiempo que nos llevó a seis allanamientos frustrados y este último totalmente positivo… sabemos que hay gente que trae la droga, otra que la fracciona y otra a la que le pagan para tenerla. Creemos que el detenido sólo tenía la mercancía, pero será la justicia federal donde se resuelva qué grado de participación tenía en esta cadena", dijo ayer Tello, secundado por el comisario Luis Martínez y policías del Comando Radioeléctrico e Infantería con la sección Canes durante los allanamientos.
Todo ocurrió en la manzana "M" casa 21 del barrio Ansilta, donde vive Miguel Angel Riveros (31 años) con su mujer y tres chicos. Allí los policías buscaban una moto Guerrero 125cc. robada, luego de entrar con una orden de allanamiento de la juez de Instrucción María Inés Rosselot. No encontraron el rodado, pero sacaron de circulación una importante cantidad de estupefacientes que, según Tello, era para comercializar el fin de semana largo.
