Para entender la participación de que tuvieron los primeros vascos en el proceso revolucionario que tuvo su punto culminante el 25 de Mayo de 1810, es necesario recordar algunos acontecimientos que se sucedieron previamente y con posterioridad a esa significativa fecha que acabamos de celebrar.
En 1808, Napoleón Bonaparte invadió España y tomó prisionero al Rey Fernando VII, las noticias llegaron pronto a las colonias americanas, y comenzaron a desarrollarse movimientos y cabildeos en todo el continente, en los cuales, sobre todo los criollos empezaron a debatir sobre la legitimidad del poder del rey de España en estos territorios ultramarinos, al no ejercer más el poder político en la metrópoli. En tal sentido, había temas que hacían a la discusión permanente, como la implementación del libre comercio y la legitimidad de las autoridades españolas en América.
En los círculos de criollos porteños, donde también tenían participación vascos e hijos de vascos, se debatía en forma clandestina sobre los sucesos en Europa, de la misma manera había llegado literatura a Buenos Aires, como el Contrato Social y otros clásicos que pertenecían a lo que hoy se denomina historiografía de la ilustración. Estos sonaban como campanas de libertad en los oídos de los criollos, porque hablaban de libertad, igualdad, fraternidad, república, ciudadanos y derechos.
En las provincias que componían el Virreinato del Río de La Plata, el epicentro de estas inquietudes revolucionarias, era la ciudad de Buenos Aires. En tal sentido, el lugar elegido para debatir la posibilidad de un cambio político era el Cabildo, en el cual, entre el 22 y el 25 de mayo de 1810, se debatieron distintas alternativas y opiniones que formaron parte de los argumentos de quienes querían mantener el orden establecido y pugnaban por sembrar la semilla de la libertad y romper las cadenas que nos unían a España.
Así se llegó 25 de Mayo de 1810, un día clave para la cristalización de los objetivos soberanistas de los criollos de esa época. La gente estaba en la calle, frente al Cabildo, el deseo de ser libres flotaba en el ambiente, el primer gobierno patrio se constituye, es una revolución municipal, que luego habrá que exportar al interior del virreinato. Es el inicio de un camino que conduciría a la independencia de las Provincias Unidas del Río de La Plata, el cual se consumará, el 9 de julio de 1816.
Han transcurrido dos siglos desde aquel momento tan importante para nosotros los argentinos. Una nueva Nación emergió sobre la faz de la tierra: criollos, zambos, negros, mulatos, blancos, aborígenes, extranjeros, todos unidos, en la tarea de aprender a autogobernarse. En ese momento revolucionario podemos destacar la presencia de los vascos en el país, quienes junto a otros colectivos étnicos que llegarán al país a lo largo del siglo XIX, trabajaron en la construcción de nuestra Patria Argentina. En este sentido, si buceamos en la historia encontraremos a vascos e hijos de vascos, participando en nuestra vida social, cultural, económica, intelectual y política de la Argentina.
Como argentino-vasco, quiero destacar a algunas personalidades que vinieron al país desde Euskal Herria y a sus descendientes, pertenecientes todos ellos a esta noble nacionalidad, los cuales, han participado en los momentos claves de nuestra corta pero rica historia política, en nuestra vida como nación independiente:
En la asonada de 1809, Martín de Alzaga; en la Revolución de Mayo de 1810 y Primera Junta de Gobierno, Manuel Alberti, Juan Larrea y Miguel de Azcuénaga; en la Junta Grande, Francisco Gurruchaga, Juan Gorriti, Pedro Uriarte, Juan Larrea, Manuel Alberti y Bernardo Ortíz; en el Primer Triunvirato, Pedro Sarratea; directores supremos, Juan Pedro Aguirre y guerras de la independencia, José de San Martín Matorras y Remedios de Escalada de la Quintana.
Oficiales del Ejército del general San Martín, teniente coronel, José Aguirre; General, Gregorio Araoz de Lamadrid; coronel, Mariano José de Gainza; brigadier general, Matías Irigoyen de la Quintana; general, Juan Lavalle; teniente general, Toribio Lizuriaga; general, Mariano Necochea; coronel, José V. Olavarría; coronel, José V. Olavarría; coronel, Feliz de Olazábal y brigadier, Matías Zapiola.
En el Ejército del Norte, Juan Martín de Güemes y Juana Azurduy. Perteneciente a la Generación del "37, Esteban Echeverría.
Entre 1852 y 1853, Justo José de Urquiza y Juan Bautista Alberdi, considerado el Padre de la Constitución de 1853.
Presidentes de la Nación: Justo José de Urquiza (1854); Domingo Faustino Sarmiento Albarracín (1868); Nicolás Avellaneda (1874); José Evaristo Uriburu (1895); Manuel Quintana (1904); José Figueroa Alcorta (1906); Roque Sáenz Peña (1910); Hipólito Yrigoyen (1916-1928); José Félix Uriburu (1930); Roberto Ortíz (1938); Pedro Eugenio Aramburu (1956) y Eduardo Duhalde (2002).
