En la previa el sanjuanino Leandro Barrera (quien nació en Mendoza pero al mes se fue a vivir a San Juan) le contó a DIARIO DE CUYO que “siempre quise jugar en San Martín” pero que nunca se le dio ni lo buscó. El mismo chico que creció en el Barrio Luz y Fuerza III en Chimbas, fue un dolor de cabeza por el sector izquierdo para el Verdinegro en el primer tiempo.

El delantero de 21 años, que a los 15 llegó al Bicho tras pasar una prueba y que debutó en Primera hace dos temporadas, fue la descargar que usó el local para que en base a su habilidad y pique veloz encarara constantemente y ganara el mano a mano.

Sus centros llevaron el peligro lógico, pero nunca pudo encontrar un destinatario bien ubicado. Aunque ya en el segundo tiempo lo de Barrera se perdió como el juego que había insinuado su equipo y lo que mejor había hecho se perdió a favor del Verdinegro.