El sanjuanino Hernán Vera, actual presidente de Minas Argentinas y vice de Yamana Gold, la empresa que tiene a su cargo la mina jachallera Gualcamayo, fue noticia días atrás en la provincia de Chubut. El reconocido ejecutivo protagonizó un evento que tomó estado público y que lo enfrentó a una asamblea antiminera.

Básicamente, Vera invitó a un grupo de manifestantes a abrir una mesa de diálogo, pero su sugerencia fue rechazada de plano, según informaron los medios de aquella provincia patagónica.

Tal como estaba anunciado, los vecinos autoconvocados por el No a la Minería se habían concentrado frente al inmueble que Minas Argentinas ocupa con fines administrativos en la ciudad de Esquel. Durante la manifestación, dos empleados de la empresa les entregaron una nota firmada por el presidente de la corporación, Hernán Vera, invitándolos formalmente a conversar “en principio no sobre minería sino sobre cómo debería ser el diálogo, bajo qué reglas y qué condiciones podríamos conversar directamente, conocernos y entendernos”.

La invitación fue entregada por dos trabajadores, Jorge Inthamussu y Werther Aguiar, quienes salieron del lugar a recibir a los casi 40 asambleístas antimineros y a darles en mano la nota.

Acto seguido, Aguiar, representante de Minas Argentinas, leyó la invitación formal a los medios presentes y les dio una copia de la misma, explicando que toda otra consulta podría ser respondida en otra oportunidad pero en esa ocasión querían brindarles la carta y hablar de diálogo en un marco de respeto y reconocimiento mutuo.

En el escrito, Hernán Vera reconocía la importancia de la asamblea “como legítima lucha de muchos vecinos en defensa del ambiente y la calidad de vida de los ciudadanos de Esquel y nosotros la valoramos y respetamos”. Y continuaba: “Con toda humildad, quiero poder entender sus reparos y sus temores y ver la posibilidad de explorar junto a ustedes si hay tecnología y recursos para atenderlos adecuadamente o no”.

La carta concluía proponiéndoles a los vecinos que designaran un grupo de delegados para conversar, en primer lugar, “no sobre minería sino sobre cómo debería ser el diálogo, bajo qué reglas y condiciones podríamos conversar directamente, conocernos y entendernos”.

Ante la iniciativa de la empresa de atender a los autoconvocados, los manifestantes, unos 40 aproximadamente, se negaron a iniciar cualquier tipo de diálogo, y sólo se limitaron a expresar consignas de repudio con frases tales como “vendepatrias, mercenarios, asesinos, que se vayan”.

(Informe: Diario El Oeste, Chubut)