Señor director: 

Un tema muy polémico y actual me lleva a escribir mi experiencia vivida en el norte de nuestro país. Viajé a un congreso sanmartiniano a la provincia de Salta, en los primeros días de noviembre. Mi curiosidad respecto al proceder de Milagro Sala me hizo preguntar a ciudadanos de allí, como de Jujuy, Tilcara, que pude contactar (pero la persona de pueblo), pues preferí viajar en transporte de línea para palpar el común de la gente, como estudiante, obrero, choferes, remisero (este último, vecino del joven asesinado por matones bajo las órdenes de Milagro Sala). 

Cuál fue mi sorpresa: me contó, este fue el detonante que se animaran a movilizarse pues estaban atemorizados por el accionar de esa gente. En nuestro país habían vivido esa triste realidad. No sé a qué verdad llegará la Justicia en su accionar, pero siento el deber como comprovinciana de contar mi experiencia. No callar donde la prepotencia se adueñó de las calles y de personas sumisas y temerosas. Dios ilumine a los funcionarios judiciales para que quede a la luz la verdad.