"A las 5.30 me levanté ese día para ir a trabajar en la Facultad de Ciencias Exactas. Prendí la radio y ahí me enteré de la noticia del Golpe de Estado. Un rato más tarde lo viví de cerca. Vivía en La Calera, Córdoba, y el colectivo que iba a la facultad pasaba por el frente de un destacamento militar. Ahí nos pararon los militares y nos revisaron. Fue desagradable.

También era artesano y expuse en un paseo hasta que me detuvieron sin ninguna explicación. Un día llegaron los militares, cerraron la calle y se llevaron a todos los artesanos, a los que estaban paseando y hasta a la gente que estaba en la parada del colectivo. Me dejaron en libertad con algo más que amenazas, por eso me vine a San Juan. También era poeta, pero durante la dictadura fui más artesano que poeta. Me autocensuré por miedo. No quiero volver a vivir esto, tampoco quiero que lo vivan mis nietos. Es la única reflexión que me dejó esa dictadura".