En noviembre de 2010, el fiscal General, Eduardo Quattropani, había calificado a la norma que contiene al Código Procesal Juvenil como “un mamarracho” y “un parche lamentable al Código Procesal Penal de adultos. Solamente fruto de la pereza intelectual, y no un código integral como exige toda la doctrina nacional e internacional”. Así, explicaba que en los delitos en los que intervenga un adulto y un menor, van a ser 2 jueces los que investigarán, por lo que se darán “posibilidades concretas de resoluciones contradictorias y de escándalos jurídicos”. El entonces diputado oficialista Julio Coll había manifestado que las declaraciones de Quattropani eran una falta de respeto, ya que “era un proyecto muy profundo” y que trabajaron “profesionales del derecho de la órbita del Poder Judicial y de las universidades, conscientes de los desarrollos locales e internacionales”.
