Aunque no lo admita, José Pepe Villa, máximo responsable de UPCN, tiene la particularidad de observar los partidos en diferentes lugares del Aldo Cantoni: cambia de posición cuando su equipo no anda bien o pierda un set. Ayer fue muy clara su ¿cábala?: los primeros dos sets los vio acompañando al gobernador, Sergio Uñac, en el medio de la platea. Con el 1-1 de Bolivar se ubicó en el segundo piso de los palcos donde llegó el desequilibrio para su club. Con el 2-2 de los Aguilas decidió bajar y colocarse pegado al banco de suplentes local, para ahí sí festejar. “No jugamos bien, pero se ganó. De los nervios, la tensión que tuve, caminé como tres kilómetros”, soltó.
