Alrededor de 25 viñateros, de distintos departamentos de la provincia, aportaron datos sobre uva que quedó en la planta después de la última vendimia, según un relevamiento que realizó la Federación de Viñateros y Productores Agropecuarios. Los motivos por los que no se levantó la producción son variados. Entre ellos están el bajo precio ofrecido por las industrias (paseras, bodegas), la falta de recursos económicos para hacer esa tarea y los pocos operarios registrados.
Los datos arrojaron un volumen de 5.010.000 kilos sin cosechar en 285 hectáreas de Media Agua, Cochagual, El Rincón, 9 de Julio, Ullum, Médano de Oro, Angaco, Santa Lucía, San Martín, Caucete y 25 de Mayo. Del total, el 30% corresponde a uva de mesa, 40% uva mezcla y 30% entre blancas y tintas. Estos índices reflejan la mala situación que atravesó la actividad vitivinícola en lo que va del año, provocando un grave perjuicio económico y agrícola.
