Es época de vacaciones escolares para ellos y era relajarse bajo el sol de Miami o hacer la promesa a la bandera en Chimbas. Y no lo dudaron: ayer estuvieron en la celebración patria. Los hermanos Francisco y Luisiana Silva Castaño son sanjuaninos, pero desde pequeños que viven en el exterior. Por el trabajo de sus papás, Valeria (sanjuanina) y Alex (chileno), los chicos ya vivieron en Chile, México y ahora en República Dominicana. Allá van a una escuela bilingüe y en los actos cantan los himnos de Dominicana e Inglaterra, pero ayer entre 1.700 niños de Chimbas, los hermanos Silva le prometieron lealtad a la bandera argentina. Fue la historia destacada del acto central en el Día de la Bandera y los chicos vivieron con profunda emoción la ceremonia.
El amor por la patria argentina lo tienen de su mamá y contaron con el apoyo del papá. Conocen buena parte del mundo y su escolarización se basa en las culturas mexicanas y ahora dominicanas, pero Luisiana la tiene clara. ‘Me encantan las empanadas de mi abuela, el asado de mi abuelo y Messi’, dijo la niña de 8 años, quien era la que más emoción exteriorizó. Francisco (11) se mostró más callado, pero no por ello menos nervioso.
Su mamá los había llevado a ver la promesa de la bandera en Santa Lucía, la semana pasada, pero recién ayer pudieron sentir desde adentro el momento de levantar el brazo y gritar a toda vos su promesa de lealtad.
‘Me sé de memoria los himnos de México, de Dominicana e Inglaterra, pero el más bonito es el de Argentina. La parte que más me gusta es la de romper cadenas’, confesó el chico.
Que pudieran prometerle lealtad a la bandera argentina era un viejo anhelo de su madre. Este año, en las vacaciones anuales de la familia surgió la posibilidad de ser parte del acto central. Una tía generó el contacto con el intendente de Chimbas, Fabián Gramajo, luego le solicitaron autorización al Ministerio de Educación y así ayer pudieron desfilar y ser parte de la ceremonia.
‘Siento una gran felicidad. Mis hijos, pese a que desde chicos les tocó vivir afuera, tienen muy afianzado su amor por Argentina. Aman San Juan y cuentan los días para venir a jugar a la finca de mis padres y llenarse de tierra. Cuando nos dieron el OK se emocionaron y en la noche casi no pudieron dormir’, relató Valeria.
Ayer, a los chicos también los invitaron a izar la bandera en la apertura de las actividad y recibieron una medalla de recuerdo que les regaló el municipio de Chimbas. Luego se confundieron entre los cientos de alumnos, con sus impecables guardapolvos prestados de unos primos y un momento inolvidable que se llevarán al Caribe.
