Saqueos e incendios asolaron ayer Bangkok, luego de que soldados irrumpieron en un campamento de manifestantes opositores al Gobierno de Tailandia, forzando a sus líderes a rendirse, pero provocando choques en los que murieron seis personas y generaron disturbios en el Norte de ese país.

Según fuentes médicas, son al menos 15 las personas que murieron ayer (incluido un fotógrafo italiano) durante el asalto de las tropas al bastión de los opositores "camisas rojas". El Gobierno extendió un toque de queda nocturno a casi un tercio del total del país.

Los "camisas rojas", que provienen en su mayoría de regiones rurales del interior del país, exigieron la renuncia del primer ministro Abhisit Vejjajiva el 12 de marzo, y dos semanas después instalaron su campamento ante la falta de respuesta a sus reclamos de disolución del Parlamento y nuevas elecciones. Los manifestantes dicen que el gobierno de Abhisit es ilegítimo porque llegó al poder con el apoyo de militares que derrocaron al anterior gobierno con un golpe de Estado, en 2006.

Siete líderes de la protesta se entregaron a las autoridades varias horas después del inicio de la ofensiva del Ejército.