El encuentro que Estudiantes le ganaba a Huracán por 2 a 0, en Parque Patricios fue suspendido los 37 minutos de la primera etapa a instancias del Ministerio de Seguridad por incidentes entre las parcialidades de los dos equipos. A los 32 minutos, el árbitro del encuentro, Germán Delfino, decidió parar el encuentro por agresiones entres los hinchas de Estudiantes, ubicados en la tribuna Colonia, y los de Huracán, alojados en la platea Miravé. Cuando Estudiantes marcó el segundo gol por intermedio del uruguayo Hernán Rodrigo López, sus simpatizantes fueron a enfrentar a los locales agrediéndolos con piedrazos y escupitajos.
Del otro lado, la reacción no tardó en llegar y con la ayuda de la barra brava, que extraña y rápidamente se hizo presente en la platea Miravé, comenzó el ida y vuelta de proyectiles. El clima era enrarecido antes que se desencadenara la batalla entre las hinchadas, ya que ante la derrota la gente de Huracán había empezado a increpar a sus jugadores, cuerpo técnico y dirigentes. Un grupo de simpatizantes del "Globo" se acercó al palco oficial a buscar en vano al presidente del club, Carlos Babington, principal destinatario de los insultos de su gente.
Ante esa situación, Ileana Arduino, secretaria de Políticas de Prevención y Relación con la Comunidad, se comunicó con el subcomisario de la comisaría Nº 28 Walter Carlos Rodríguez y le exigió que suspenda el encuentro por los incidentes.
La Policía Federal Argentina informó que el balance de los incidentes que provocaron la suspensión del encuentro entre Huracán y Estudiantes fue de seis hinchas locales detenidos y cuatro policías heridos.
Los hinchas de Huracán fueron detenidos en la calle Patagones al 2400, en el barrio porteño de Parque de los Patricios, tras un enfrentamiento entre dos fracciones de la denominada "barra brava". Se les abrió una causa por atentado, resistencia a la autoridad, daño y lesiones con el agravante de la ley del deporte.
Los cuatro policías que presentaron heridas leves, producto del impacto de proyectiles, fueron trasladados para su atención al Hospital Churruca.
El subcomisario Walter Rodríguez, jefe de la comisaría 28, fue el encargado de la seguridad del encuentro y destacó que el personal policial de orden urbano "actúo rápidamente para lograr la separación de las personas que estaban en conflicto" y sin utilización de "violencia".
