El juez Raúl José Iglesias (Sala I, Cámara Penal) condenó ayer a 12 años de cárcel a un metalúrgico de 58 años, por los sucesivos manoseos contra su hijastra desde que tenía 9 años y las 2 violaciones que sufrió la niña cuando tuvo 13 años y no pudo resistir, porque el condenado la amenazaba e incluso llegó a usar un arma de fuego para asegurarse su silencio, dijeron fuentes policiales.
Todo pasó entre 2009 y 2013 en la casa de Rawson donde P.G. (no identificado para preservar a la víctima) convivía con la madre de la niña y sus cinco hijos. Y se descubrió porque la niña no aguantó la terrible situación y le contó todo a su padre biológico.
Durante los alegatos, el fiscal Gustavo Manini había pedido 15 años de cárcel por los manoseos y las violaciones, delitos agravados por ser la víctima menor de 18 años, por la convivencia y por ser guardador, es decir la persona que debía cuidarla en lugar de aprovecharse de la indefensión de la niña.
Los ultrajes ocurrían cuando no estaban en la casa ni la madre ni los hijos mayores de la mujer. En esas ocasiones, el acusado mandaba a jugar a los hermanos menores de la niña y la llevaba al dormitorio para someterla.
El fallo no está firme.
