Buenos Aires, 27 de octubre.- Salma Hayek confesó que violó la ley para poder cumplirle el sueño a su hija, la pequeña Valentina Paloma, que quería tener al dinosaurio Barney en su cumpleaños, según informa la revista Quién.
El problema es que la actriz estaba con poco tiempo y en Estados Unidos es difícil conseguir un disfraz oficial de Barney por la ley de derechos de autor. Entonces, Salma recurrió al mercado negro para satisfacer a su hija.
La actriz mexicana, que está casada con François-Henri Pinault, admitió lo que hizo, aunque quiso explicar cuál fue el problema que tuvo con la organización de la fiesta.
Hayek había contratado a una mujer para que organizara la fiesta infantil de Valentina Paloma, por su segundo cumpleaños. Pero la mujer renunció sin haber preparado absolutamente nada.
"Las fiestas infantiles son una gran producción ahora, y como Valentina acababa de ir a una fiesta increíble, no quería que sintiera que la suya no era tan linda. Pero esta mujer se fue cuando ya había invitado a todo mundo. ¡Eran unas 70 personas! ", contó Salma Hayek, que decidió organizar ella misma el cumpleaños.
Disfrazada para que no la reconocieran, Hayek fue hasta el centro de Los Angeles y compró el traje de Barney, que es muy difícil de conseguir debido a los derechos de autor.
"Nunca he hecho algo fuera de la ley, pero estaba tan desesperada por hacer feliz a mi hija, que lo busqué en el mercado negro. Son cosas que sólo una madre entiende. En el último momento lo conseguí, y de inmediato se lo dije a Valentina. Y que me contesta: ‘Ay, mami, es que ya no me gusta Barney. Ahora quiero a Dora (la Exploradora) o Elmo’. Así que despedí al Barney pirata", concluyó la actriz.
