En medio de un operativo cerrojo, ayer -su segundo día en San Juan- Marcelo Tinelli se movió en el más absoluto misterio desde el penthouse exclusivo que reserva el Del Bono Park para sus visitantes "vip". El directivo de Ideas del Sur y conductor de Showmatch, que llegó a la provincia el jueves para presenciar los encuentros entre Argentina y el equipo francés de la Liga Mundial de Vóley en el Estadio Aldo Cantoni; prefirió el relax de su suite -con salida independiente al estacionamiento privado- y se negó a realizar visitas protocolares, apariciones públicas y encuentros con la prensa local.

Incluso las autoridades de la Casa Natal de Sarmiento y del Auditorio Juan Victoria estuvieron alertas a su visita desde horas de la mañana, por las dudas que decidiera recorrer sus instalaciones. Hasta el helicóptero del gobierno estuvo a disposición para trasladarlo a él y su equipo hacia Ischigualasto, si así lo deseaba. Como informaron desde el Del Bono, estas instalaciones cuentan con un espacio apto para el despegue y aterrizaje de este tipo de aeronaves, aunque no fue solicitado. Tinelli no aceptó ésta ni ninguna propuesta de color turístico (al menos de manera oficial) y se mantuvo prácticamente enclaustrado en el hotel, que abandonó para asistir al segundo y último enfrentamiento voleybolístico de Argentina y Francia.

Según fuentes del hotel, luego de asistir al primer duelo en el que los argentinos salieron victoriosos, Tinelli regresó al Del Bono. Allí, cenó con Fabián Scoltore y un reducido grupo de amigos con quienes pidió un menú de la carta, acompañado por muy buenos vinos sanjuaninos. Durante la frugal comida, Marce se mostró siempre amable y correcto, pero medido con los extraños.

Lejos de las extravagancias, lo único que solicitó fue que no se lo molestara. Y la cláusula fue obedecida al pie de la letra por el personal del alojamiento que se ocupó de disuadir a los curiosos, comunicar su postura a la prensa y recibir los presentes que llegaban a su nombre, como los regalos que envió la Subsecretaría de Deportes local.

Su hijo y Scoltore fueron los que durante la mañana entraron y salieron del hotel. Al pequeño se lo vió con varias bolsas de un conocido local de objetos gauchescos, acompañado por el chofer que se encargó de conducirlo en un vehículo Citroën C4; en tanto, el directivo y mano derecha de Tinelli se movilizó en la misma Toyota color plata que condujo a Tinelli desde el aeropuerto al hotel.

Al mediodía de ayer, Marcelo bajó a almorzar al restaurante La Cava del hotel, junto al seleccionado nacional de vóley; luego de lo cual se retiró a descansar. Nada se supo de él hasta minutos antes del segundo partido en el Estadio Cerrado, al que asistió nuevamente acompañado por su gente. Sólo informaron que no daría notas porque no se sentía bien y estaba con dolor de cabeza. Su llegada al Aldo Cantoni, con el rostro bastante demacrado y cruzando su saco oscuro sobre el pecho, estaba en sintonía con esa versión. Rodeado de su gente, igual de medido y amable, saludó a su paso y tomó inmediatamente la escalera que lo condujo al palco, para ver el partido.

El conductor de ShowMatch arribó a la provincia pasadas las 19 del jueves en un vuelo privado proveniente de Buenos Aires, después de no pisar tierra cuyana desde hace más de 20 años como declaró en exclusiva a DIARIO DE CUYO.