La familia Carmona llegó a las 18 a San Martín. Se acomodó debajo un árbol para protegerse del Sol, ya que debió esperar durante más de 4 horas para ver el comienzo de los espectáculos. Sin embargo, la familia de Rivadavia, en ningún momento perdió la alegría de ser testigo del Belén viviente. Esto ocurrió el domingo pasado en la quebrada Nacif Weiss, en San Martín, donde el cerro iluminado y los artistas, que dejaron todo sobre el escenario natural, hicieron que la espera fuera muy valiosa. Hubo más de 20 mil personas que llegaron de toda la provincia para ver el imponente espectáculo, según la Policía.

Los primeros artistas subieron a cantar a las 22. Así, con la música y el baile, la espera se hizo más amena ya que el Belén comenzó a medianoche. Y a pesar de que la mayoría del público sabía el horario del comienzo del show, muchos llegaron antes de las 20 para encontrar una buena ubicación.

“Hace 13 años que venimos y siempre nos sorprende con algo nuevo. Es una tradición de la familia”, dijo Juan Elizondo que llegó desde Angaco con su mujer y sus hijas. Al igual que él hubo gente que hizo largos viajes para ver el Belén. Y a pesar de que hubo algunos que lo vieron por primera vez, la mayoría consideró al Belén como un clásico de todos los años y no les importó viajar desde Chimbas, Rawson, Caucete o Albardón. Es que los artistas a caballo en la ladera del cerro y los ángeles que volaban entre las sombras de la quebrada hicieron que las horas previas quedaran como una anécdota.

El nacimiento de Jesús fue uno de los momentos más aplaudidos. Pero sin dudas, una de las escenas más emotivas y ovacionadas fue el baile que hicieron cerca de 30 niños que vestidos de angelitos anunciaron la llegada del ángel Gabriel.

Este año, debido a la cantidad de público que convocó, el espectáculo estuvo acompañado con una pantalla gigante que hizo las escenas pudieran ser seguidas por todos los que estuvieron presentes. La quebrada desde hace 13 años es el escenario del Belén viviente más importante de la provincia.