El consumo de esta vitamina es vital para evitar todo tipo de enfermedades virales, en especial los resfriados. Los primeros síntomas de una gripe no se manifiestan en el momento en que se adquiere sino treinta minutos después. Los síntomas como: dolor en diferentes partes del cuerpo, ardor o molestia en la garganta y decaimiento producen una sensación de malestar y se cae en la cuenta de que se adquirió un catarro. Lo más recomendable es que se acuda al médico para que defina el grado de gravedad y medique con los fármacos, pero una fórmula que no falla es ingerir líquidos, en especial cítricos. Las medicinas indicadas por el doctor colaboraran a sentirnos mejor y erradicar el virus. Si se cae en el error de no tomar al pie de la letra el tratamiento puede que no se cure totalmente la enfermedad lo cual hará que ésta pueda volver a aflorar. La vitamina C es uno de los nutrientes que precisa el sistema de defensas del organismo para funcionar al 100 por ciento de sus posibilidades y proteger de cualquier afección. Esta vitamina, es imprescindible ingerirla cada día, ya que sus reservas son escasas. La recomendación está fijada en 60 miligramos diarios para adultos de ambos sexos. Y estas cantidades no se alcanzan si no se come diariamente productos frescos y poco manipulados. Las mejores fuentes de esta vitamina son: pimiento, kiwi, naranja, mandarina, mango, pomelo, entre otros. El consumo de vitamina C previene y disminuye la duración de los resfríos, tanto el número de glóbulos blancos como la concentración de vitamina C en la sangre disminuyen durante un resfrío. La dosis adecuada sería un comprimido de 200 mg, 3 veces al día. Esa cantidad equivale a la de 3 kiwis o 4 naranjas durante los días que dure el resfrío. Una dieta depurativa, con abundantes caldos, junto con reposo y fitoterapia acorta un resfriado o un estado gripal. (Fuente: dietas.com).
