Si bien hay mucho de personalidad cuando se elige el futuro laboral, es inevitable, al menos en estos casos, las huellas que dejó el ejemplo y la experiencia paterna en esta importante toma de decisión. Estas son las historias de los escribanos Fagale, los médicos Balverdi, los peluqueros Di Lorenzo y los volleibolistas profesionales de la familia Quiroga. Sin proponérselo los mayores les transmitieron sus pasiones desde que eran pequeños y hoy comparten algo más que el título. Algunos hasta trabajan juntos y sobreviven -con afecto- a las rutinas y obligaciones que demanda la cotidianeidad laboral.
Que sus anécdotas y dichos sirvan para homenajear los caminos que pretenden marcar todos los papás para sus hijos, caminos que inevitablemente tienen como meta el que sean felices, hagan lo que hagan.
