Pasó la Copa América. Ajena, buena o mala, pasó por San Juan y el recuerdo para los sanjuaninos será eterno. Inolvidable. Nos sentimos parte de la cartelera mundial, fuimos invadidos por chilenos, venezolanos, uruguayos, mexicanos y peruanos. Fuimos Copa América y eso hace que el pecho se infle hasta estallar. Pero ya pasó. Se terminó y ahora, es tiempo de volver a lo nuestro. A empezar a armar esa enorme ilusión vestida con los colores de cada club, a generar esa presión que hace ganar cosas, a ir más lejos. Como sucedió en la temporada que pasó, cuando San Martín y Desamparados coronaron con ascenso sus campañas. Ahora, la mirada interior es la que se impone. A esperar el debut de los dos clubes sanjuaninos en las categorías más importantes del fútbol nacional, siguiendo cómo y con qué se preparan. Eso si, sin perder de vista la trabajosa campaña de todos y cada uno de los clubes del fútbol de San Juan que pelean por sobrevivir y se ilusionan con llegar. Es el tiempo de ver lo nuestro, de querer más lo que se hace desde San Juan y en San Juan. Se terminaron las luces de la Copa América y como sanjuaninos, será el momento de demostrar que esa Copa no nos quedó grande y que tenemos capacidad para organizar eventos de esa envergadura.
San Martín y Desamparados son el futuro inmediato en el calendario nacional pero más tarde llegará el momento de Unión, Trinidad, Alianza y Del Bono en el Argentino B y la sorpresa de la Copa Argentina que recién en septiembre se estrenará. San Juan está obligado a la mirada interior que tanto ayuda a fortalecer lo que se tiene. El crecimiento es evidente, pero necesita raíces fuertes como para poder escalar en todo ámbito. San Juan fue parte del mundo del fútbol y hoy, viéndose para adentro, debe encontrar el rumbo para seguir avanzando.
