Mañana en el Auditorio Juan Victoria habrá un concierto muy especial, por distintos motivos. Por un lado, la obra que interpretarán es una singular pieza de W.A. Mozart, la primera que creó para ensamble de vientos; y por otro significará el regreso de un músico que fue testigo de un hecho que forma parte de la historia cultural de San Juan. Luis Rossi tenía 27 años cuando llegó a la provincia por primera vez. Ya era clarinetista profesional, formado por grandes maestros y con estudios en París. Había sido convocado para un nuevo proyecto: el surgimiento de la Orquesta Sinfónica de la Universidad Nacional de San Juan, fundada en 1974.

‘Fui miembro fundador de la Orquesta. Yo era integrante de la Sinfónica Nacional de Buenos Aires y me contrató el maestro (Jorge) Fontenla para formar una sección de clarinetes; de manera que yo escogí a los clarinetistas que fueron mis colaboradores aquí en San Juan’, recordó Rossi en una charla con DIARIO DE CUYO. ‘Significó la oportunidad de venir a tocar en una orquesta nueva, de tener un espacio tan importante. Hay que recordar que la Sinfónica Nacional no tenía dónde tocar, tocaban donde se podía. Recién ahora tiene un auditorio decente (la Ballena Azul). Esto (el Auditorio) era como una especie de lujo. Era una parte importante de todo este proyecto’, dijo el músico, quien analizó que el surgimiento de la orquesta sanjuanina quizás respondía ‘a que tanto Argentina como Brasil estaban tratando de descentralizar la cultura. En Argentina pasó por un proceso similar, San Juan fue el mejor ejemplo de eso: un Auditorio maravilloso y una orquesta creada especialmente con actividad de conciertos. Fue un momento histórico importante’, dice. Es la primera vez que Rossi regresa a San Juan luego de haber dejado la Orquesta y casi 40 años pasaron desde que tocó en el Auditorio Juan Victoria por última vez. Mucho tiene que ver en esto la Fundación Orquesta Escuela San Juan, que gestionó la visita de Rossi a quien tienen en la más alta estima por haber sido el nexo con el destacado venezolano José Antonio Abreu, creador del sistema de orquestas juveniles. El músico estuvo sólo tres años en la orquesta, pero fue suficiente para que esa experiencia fuera una parte importante de su vida profesional. ‘Volver al Auditorio fue hermoso, fue un reencuentro maravilloso. Siempre he recordado la sala y le conté a todo el mundo en el exterior sobre el lugar que tienen aquí. La acústica sigue siendo hermosa’, dijo sin ocultar su admiración el clarinetista de 69 años, ganador de un premio Konex, que tiene grabados seis discos y su música está disponible en iTunes y Amazon. Rossi se radicó en Santiago de Chile en 1978, desde donde forjó una carrera de prestigio internacional: recorrió Europa con la Orquesta de Cámara de Chile, brindó clases en Estados Unidos y creó la escuela de clarinetistas de Venezuela, de donde surgieron importantes músicos, entre otros logros. Rossi además desarrolló un proyecto propio: la fabricación de clarinetes. Desde 1996 se dedicó al diseño y afinación de los instrumentos que hace tiempo utilizan músicos de distintas orquestas del mundo, como por ejemplo la Filarmónica de Israel, o más cerca, en el Teatro Colón. Los Rossi ‘tienen un sonido que los distingue, un sello de sonido que es especial y están hechos en una sola pieza’, comenta el maestro sobre la característica saliente de sus instrumentos, que usarán los músicos sanjuaninos en el concierto de mañana. Mañana (a las 21.30, $50, jubilados $30) además de actuar como solista, Rossi dirigirá el conjunto armado especialmente para interpretar la Gran Partita de Mozart, que estará integrado por Alejandro Beresi, Franco Cuoghi (oboes); Marcelo González, Paula Giancola y Norma Salas (clarinetes); Luis Corrado y Florencia Guzmán (fagotes); Salvador Tallarita, Guillermo Blanco, Jorge Montoya y Carlos Florit (cornos) y Leonardo Grosso (contrabajo).