-Los Romero, ¿una familia identificada con el hockey y con Richet?
-Sí, totalmente. El hockey surgió porque mi hermano mayor comenzó jugando, después nacimos nosotros y bueno, el fanatismo que nos transmitió mi viejo lo fuimos heredando y ahora somos lo que somos.
-¿Tu papá era jugador de hockey?
-No, mi viejo jugaba al fútbol de forma amateur en Richet y como vivíamos cerca del club lo llevó primero a mi hermano a hockey y bueno, ahí le empezó a tirar más el hockey que el fútbol.
-Y vos, ¿también jugaste al fútbol en tu vida?
-Sí, obvio. Cuando era chiquito jugaba al fútbol y al hockey a la vez, hasta que fui creciendo y llegó el día que mi viejo me dijo: ‘tenés que decidirte por uno’, ni lo pensé, me decidí por el hockey y hoy no me arrepiento. Es lo que más me gusta. Hago lo que más amo y estoy siempre agradecido de eso.
-¿Qué significa para vos jugar con tus hermanos en el mismo club?
-Con mi hermano mellizo (Emiliano) empezamos jugando desde chiquitos juntos. Y por circunstancias de la vida me tuve que ir de Richet porque hubo varios problemas y nos separamos. Y hace un año y medio antes de fallecer mi abuelo Miguel, estuvimos charlando y el sueño de él era vernos jugar a los tres juntos y por desgracia de la vida falleció y no nos pudo ver. Yo volví por mi abuelo pero no le pudimos cumplir el sueño. Aunque sé que ahora debe estar contento de que estemos los tres juntos.
-¿Se comparan con alguna de las tradicionales dinastías, como los Martinazzo?
-No, creo que llegar a ser lo que fueron los ‘señores Martinazzo’ es algo casi imposible o muy difícil de alcanzar. Igualmente nosotros estamos trabajando en un caminito de hormiga entrenando todos los días como para no compararnos con nadie.
-¿Qué significó para vos tu paso por la Preselección?
-Fue una experiencia maravillosa, uno desde chiquito es lo que quiere lograr: llegar a la Selección. Y yo tuve la suerte de estar en la preselección, no pude ir al Mundial, pero igual lo valoro muchísimo.
-¿Qué pensás que te faltó?
-Falta de experiencia. Falta de muchas cosas. También me pongo en la parte del técnico, él llevó lo que más necesitaba y bueno, yo demostré lo que era realmente, si no se dio por algo habrá sido.
-¿Te ilusionas con una revancha?
-Sí, seguro. Es lo que quiere todo hockista en su vida: estar siempre en la Selección y jugar toda la vida. Hay que seguir laburando para tener otra chance en un futuro.
-¿Qué sueño tenés?
-Un sueño es darle a mi abuelo que desde el cielo nos acompaña, un campeonato ya sea de la Liga o del Campeonato, dedicárselo a él.
-¿Cómo fue tu paso por Europa?
-Fue un año más que maravilloso (jugó en el Novara de Italia). Como te dije, todo jugador sueña con llegar a la selección y con ir a jugar a Europa. Fue un año que no te puedo explicar lo que se siente. Es algo muy lindo. Incomparable. Es un profesionalismo muy lindo, vivís todo el día para eso.
-¿Te costó adaptarte?
-Y me fui a los 19 años, es una vida nueva, una experiencia nueva, ir allá tan chico y dedicarte a cosas que nunca hiciste acá como hacerte de comer, lavarte la ropa, levantarte solo. Ahí uno extraña a mami (risas).
