En medio de otra crisis de Aerolíneas Argentinas que derivó en las cancelación de los vuelos internacionales por 48 horas, la presidenta Cristina Fernández dispuso que la Fuerza Aérea tenga nuevamente el control de los servicios de la navegación aeronáutica. También pidió a la Justicia la suspensión de la personería gremial de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), protagonista del último conflicto que mantuvo inoperables los vuelos internacionales de Aerolíneas Argentinas el sábado y domingo, y que ayer, con algunas demoras, comenzaron a normalizarse. La presentación la hizo el Ministerio de Trabajo por el “incumplimiento” de la conciliación obligatoria dictada el viernes pasado por la cartera Laboral.
El traspaso del control aéreo se confirmó ayer por medio del decreto 1.840 publicado en el Boletín Oficial que creó la Dirección General de Control de Tránsito Aéreo en el ámbito de la Fuerza Aérea.
Este nuevo organismo concentrará las tareas de control aéreo que dependían hasta ahora de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC). La vuelta atrás con el cambio es en respuesta a un reclamo de 12 ex militares.
En julio de 2009, la Casa Rosada había tomada la medida inversa: había desmilitarizado el control del tránsito aéreo para pasarlo a la ANAC, encabezada por Alejandro Granados, hijo del intendente de Ezeiza de igual nombre. El viernes pasado, la asociación sindical que agrupa a los controladores aéreos realizó una huelga en reclamo de mejoras laborales, lo que ocasionó cancelaciones de vuelos, mientras que el gremio del personal técnico aeronáutico (APTA) fue sindicado por el Gobierno nacional de realizar medidas de fuerza para perjudicar el funcionamiento de la línea aérea de bandera.
El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, reconoció que la transferencia de los controladores aéreos al ámbito militar es en ‘respuesta‘ al conflicto con APTA, al advertir que no acataron la conciliación obligatoria dictada el viernes por su cartera, aunque el líder del gremio, Ricardo Cirielli, negó que estuvieran adoptando medidas de fuerza.
Lo cierto es que en medio de esta puja, Aerolíneas Argentinas canceló el sábado la partida de vuelos internacionales y la Jefa de Estado firmó en El Calafate el decreto para que laza Aérea se haga cargo nuevamente del control del tránsito aéreo de la aviación comercial.
‘Transfiérense las funciones de control de la prestación de los servicios de navegación aérea y de coordinación y supervisión del accionar operativo del control aéreo a cargo de la ANAC al ámbito de la Fuerza Aérea Argentina‘, se remarca en el artículo 1º de la norma.
El decreto deja en claro que ‘corresponde asignar a la Fuerza Aérea el carácter de autoridad aeronáutica nacional para la prestación de los servicios de tránsito aéreo‘. A la Dirección General de Control de Tránsito Aéreo se le transferirá ‘los centros de control de áreas, las torres de control y los servicios asociados al control de tránsito aéreo, con sus respectivas competencias, cargos y créditos presupuestarios, así como los bienes patrimoniales afectados a su uso‘.
La decisión presidencial estableció que ‘el personal que actualmente presta servicios en la ANAC, en ejercicio de las competencias que se transfieren a la Fuerza Aérea, pasará a revestir sus funciones, en comisión‘, en la nueva dirección de tránsito ‘por el plazo de un año‘. ‘Dentro de dicho plazo, la Fuerza Aérea realizará un procedimiento de selección del personal que mantendrá en condición de servicio en dicha dependencia y las condiciones de la misma‘, se explicó. Al respecto, ese organismo castrense ‘podrá hacer cesar la comisión del personal transferido antes de dicho plazo, el que retornará a cumplir las funciones en la ANAC, y en todos los casos se garantizará la continuidad y derechos de los trabajadores alcanzados por la presente medida‘.
