No hay caso, es uno de esos delanteros de área que no brilla pero que vive una obsesión particular por el gol. Es más, el sábado había confesado, fuera de grabador, que "no lo pongas, pero mañana hago un gol…" Y lo hizo nomás. Justo él. El jugador que todos adoran. Al que todos miman. Al que le pueden perdonar cualquier error. Luis Francisco Tonelotto. Tonegol, como le dicen. El autor de aquel gol a Huracán que todavía retumba por Concepción y con el que el Verdinegro ascendió a primera división.
Ayer vivió la felicidad de un regreso esperado. Se fue toda la temporada pasada a la Lepra mendocina, pero no aguantó y, dicen, él mismo pidió volver a las entrañas verdinegras. Y la gente lo sabe. Por eso lo idolatra. Ayer, un trapo pegado en la tela al costado derecho de la tribuna Sur, decía: "Tone, gracias por los goles y por tu amistad". Y, vaya casualidad, ahí mismo se fue a festejar su obra. A los 3′ del complemento. Cuando, después de recibir del buen jugador como el pibe Pereyra, esperó lo justo, dejó que la pelota picara, acomodó su cuerpo y metió el derechazo cruzado. Lejos del arquero Hernando. Y lo gritó a todo pulmón. Esperó el abrazo de sus compañeros. Y después saludó a todos los que pudo. A los de la popular. A los plateístas. Al banco. Al técnico. Era lógico. Había marcado el gol. Su obsesión.
En el primer tiempo no tuvo muchas chances. Al contrario, hasta se lo vio lento. Tal vez porque no está en su plenitud física. A los 17′ quedó en offside pero igual la mandó al fondo. Como para romper la mufa momentánea. Diez minutos más tarde se la bajó de pecho a Pereyra pero el remate de este fue rechazado por el arquero. En el cierre del primer tiempo le cobraron dos infracciones en contra y se mostró muy enojado con el árbitro. Con razón.
En el complemento, el capitán Verdinegro se despachó con el gol y después colaboró con sus defensores. A los 25′ lo reemplazó Penco. Y se fue ovacionado. Miró a todos y agradeció. "Esta es mi casa. Por eso y por el gol es que estoy feliz", dijo. Y el hombre tiene razón. Por eso volvió Tone, volvió el gol…
