Microsoft extendió el derecho de downgrade desde Windows 7 a Windows XP hasta el año 2020, en una maniobra que prolonga inesperadamente la vida del que sigue siendo, todavía, el sistema operativo más popular del mundo.
Cuando salió Windows 7, Microsoft declaró que el derecho de downgrade se mantendría durante los primeros 6 meses de vida del nuevo sistema operativo. Ese plazo tan ajustado despertó tal rechazo en el mercado corporativo que la empresa de Redmond decidió extender el plazo a 18 meses o hasta la salida del primer Service Pack para Windows 7.
De haberse mantenido esa postura, todavía quedarían algunos meses para bajarse a Windows XP, pero ahora la firma sorprende a todo el mundo diciendo que han decidido extender el derecho por los próximos 10 años.
Para muchos, una medida como esta era explicable en tiempos de Windows Vista, no de Windows 7. Cuando salió Vista, el público lo recibió con variadas reacciones que iban desde un tibio desdén a un denodado rechazo. Es que se superpusieron dos fenómenos que mermaron la experiencia de uso del sistema teóricamente destinado a destronar a XP. Primero, era un sistema más demandante de potencia de cálculo y memoria. Un mismo computador corría más lento con Vista que con XP. Por otro lado, en un intento por masificarlo empujando el producto por el canal de ventas, muchas notebooks empezaron a traerlo preinstalado en circunstancias que no tenían la potencia suficiente para hacerlo de buena manera.
Al final entre una cosa y la otra se extendió entre el público la noción de que Windows Vista era un mal sistema operativo, y ello obligó a mantener la posibilidad de volver a XP.
Con Windows 7 la situación es muy distinta. El sistema operativo ha recibido muy buenas críticas y en parte ha capitalizado la impopularidad de Vista para posicionarse todavía mejor. Le tocó aparecer en el mercado con exigencias de memoria y procesador menores a las de Vista, y en una época en que los computadores ya eran sustancialmente más poderosos que hacía dos años.
A la luz de ese cambio podría parecer inexplicable que alguien quisiera hacer un downgrade de Windows 7 a XP, pero hay que tener en cuenta que XP sigue estando presente en el 74% de las computadoras del planeta, y que muchas empresas necesitan tener una base de instalación idéntica en todas las computadoras de la empresa. Si una PC nueva llega con Windows 7, lo primero que hacen es pasarlo a XP.
La prórroga de Microsoft se aplica sólo a las computadoras que vienen con la versión OEM de Windows 7 preinstalada. Por otro lado, a partir del 22 de Octubre los ensambladores (como HP o Dell, por ejemplo) no pueden hacer el servicio de downgrade a pedido, sino que debe hacerlo el cliente final por su cuenta. ç
