Hoy -sin mejoras en cuanto a su salud- se cumple un mes desde que Gustavo Cerati sufrió el ACV que dañó severamente el hemisferio izquierdo y el tronco cerebral. Ayer, el Fleni brindó un parte médico donde consigna que "los exámenes neurológicos practicados con el fin de observar respuesta a estímulos sensitivos y motores no han mostrado, hasta el momento, evolución favorable alguna. Continúa inconsciente y con apoyo de asistencia mecánica respiratoria".
De este modo, comienza a hablarse de "estado vegetativo persistente", donde si bien tiene capacidad respiratoria y ciclos de vigilia y sueño, no hay conciencia de sí ni del entorno. En este estado -que no es irreversible- es frecuente que los pacientes hagan movimientos reflejos (quizás lo que vio el cantante Leo García, cuando fue a visitarlo), que no se traducen necesariamente en un cambio de conciencia, según dijo Conrado Estol, presidente de la Asociación Cerebrovascular Argentina.
En este panorama, el neurocirujano sanjuanino Nelson Campero despejó algunas dudas:
* Hoy está en coma vigil o estado vegetativo persistente: el cuerpo mantiene actos reflejos primarios y funciones autónomas, como la respiración (incluso puede haber apertura ocular, aunque no "mira"), pero no hay signos de actividad voluntaria. Se puede pasar largo tiempo esperando respuestas. En neurología se dice que hasta el año y medio el cerebro puede tener evolución. Mañana puede tener alguna mejoría, por ejemplo entender órdenes u orientar la mirada. O no.
* Mientras tanto, y si bien tiene capacidad respiratoria, se lo asiste mecánicamente, se le suministra agua y nutrientes por medios artificiales. También hay vías de evacuación artificial (a veces hay defecaciones espontáneas).
* En caso de "despertar", las secuelas por el gran daño serán importantes. Se habla de afasia, epilepsia y hemiplejía (del lado derecho), entre otras.
* Aunque a veces la gente confunde términos, estado vegetativo persistente no es lo mismo que muerte cerebral. La muerte cerebral es un estado irreversible que tiene signos clínicos precisos que deben prevalecer 24 horas, constatados a través de un equipo interdisciplinario y con estrictos criterios legales. Es recién allí cuando se evalúa la donación de órganos.
* Salvo alguna complicación, es difícil que caiga en muerte cerebral. Los daños cerebrales ya están consolidados.
