Una equipo especial de filmación y operarios de Obras Sanitarias de Mendoza (OSM) llegaron ayer a la provincia como parte de la respuesta oficial a un caso angustiante y dramático: la desaparición en la cañería cloacal de Rodrigo Muñoz, un joven de 26 años que cayó por accidente el pasado 19 de marzo, cuando intentaba realizar una conexión al sistema en Roque Sáenz Peña, al Oeste de Colón, en Santa Lucía. Ayer, los operarios mendocinos encabezados por Omar Abdo (jefe del área Redes Colectoras), recorrieron con la cámara de video los primeros 104 metros de la tubería, desde el lugar donde cayó Rodrigo hasta la próxima boca de registro, que fue donde un compañero de trabajo intentó sacarlo y también fue arrastrado tras intoxicarse, aunque tuvo la suerte de ser rescatado.

Alrededor de las 5 de hoy tres operarios mendocinos reiniciarán la búsqueda con ese aparato, equipado con flotadores, potente iluminación e imágenes a color que se transmiten a una base de operaciones acondicionada en un camión, donde todo puede grabarse. Tiene un cable de 300 metros, fue adquirida en 1993 y es uno de los tres equipos similares que tienen en Mendoza para el diagnóstico de prevención de cañerías y perforación de pozos, explicó ayer Abdo.

La idea es avanzar tramo a tramo (boca por boca, hay 37 en total) y que desde la otra punta, en la planta de tratamiento de líquidos cloacales en el Bajo Segura, Santa Lucía, recorran en sentido contrario otros 7 operarios con equipos similares de exploración de Agua y Saneamiento Argentino (AySA) de Buenos Aires, cuyo arribo a la provincia está previsto para hoy a última hora.

"El personal y los equipos que llegan lo hacen por un convenio de colaboración. Con esto queremos descartar en forma cierta y concreta si el cuerpo de este joven está o no en la cañería", dijo ayer el presidente de OSSE, Adrián Cuevas, quien aclaró que en la entidad que preside existe un cámara de video similar, pero que en este caso no fue usada porque carece de iluminación, de la extensión necesaria de cable (solo tiene 90 metros) y también de flotadores.

Antes de la llegada de equipos y personal foráneo, los 5 kilómetros de cañería que existen desde donde ocurrió el accidente hasta la planta, lo recorrieron bomberos, metiéndose, alumbrando con linternas y hasta tomando contacto directo de su piel con los líquidos. Sin ningún resultado positivo.

Por todo eso los hermanos Muñoz reclamaban el empleo de la tecnología para resolver el caso. "Esto nos va a dar más tranquilidad porque se va a ver la tubería y nos va a despejar las dudas, porque así como se estaba trabajando daba margen a dudas. Esto (por las cámaras) lo tendrían que haber hecho desde el principio porque se prolongó demasiado nuestra angustia, hubo mucha vuelta y palabrerío en todo esto. Ahora esperemos que la búsqueda sea más corta, para llevarnos a Rodrigo a casa, velarlo y tener donde ir a dejarle una flor", dijo anoche Roberto Muñoz, hermano de la víctima.