La clave para que en el próximo verano no falte agua y que los tres diques tengan buenos volúmenes, pasa exclusivamente por tener un buen nivel de precipitaciones níveas en este invierno: En lo que va del año -con los temporales de mayo y junio- ya nevó más que el año pasado en este periodo, según dijeron desde Hidráulica y un reconocido climatólogo sanjuanino, quien agregó que "fueron intensas pero aisladas".
De los embalses, sólo Ullum está recuperando su nivel de agua a buen ritmo, pero Los Caracoles y Cuesta del Viento apenas subieron su cota, cuando ya se cumplieron 30 días en los que el agua para riego se cortó, de los 86 días previstos.
"Los datos que manejamos hasta el momento nos dan una acumulación de nieve de entre 12 y 15 cm, es algo mejor que lo que precipitó a esta altura el año pasado, pero necesitamos que los temporales sean intensos y continuados para que los niveles de nieve sean significativos y que el derrame sea luego importante para que nos permita tener buenos caudales en el próximo verano", comentó el subsecretario de Recursos Hídricos de la provincia, Jorge Millón.
Este año Hidráulica acordó -aunque semilleros y ajeros estuvieron en desacuerdo, y se les concedió más días de riego- con los regantes duplicar la cantidad de días en que las compuertas iban a permanecer bajas, medida que apunta a recuperar los flacos volúmenes que tienen los tres diques sanjuaninos y que de a poco empiezan a embalsar. La ecuación es muy clara: para embalsar y llegar a niveles óptimos en los diques, el derrame producto del derretimiento de la nieve es la clave, porque de lo contrario se puede repetir el triste escenario del último verano donde por ejemplo en el caso del dique de Ullum fue tan pronunciada la bajante, que apareció una vieja bodega que había quedado sepultada a principios de los "80 cuando comenzó a llenarse el embalse.
"Es todavía aventurado dar un pronóstico de cuanta nieve va a caer en este invierno, porque los meses nevadores son junio y todo julio, pero sí hay cuestiones que podemos observar como distintivas. Por el momento los fenómenos que involucran nevadas en cordillera han sido bastante intensos, pero cuidado, son aislados, aunque sí mejores hasta ahora que el año pasado, que como ya se sabe fue muy malo. Los episodios más fuerte se dieron en la zona cordillerana de Neuquén y Mendoza, y no tanto en San Juan", señaló el climatólogo Germán Poblete, quien agregó que "las imágenes satelitales que muestran el "manchón" blanco de nieve y estiman la cantidad acumulada, tienen a mi criterio datos que son al menos discutibles, porque el terreno en alta montaña es rugoso y la profundidad donde hay nieve es relativa", destacó el profesional.
El buen nivel de precipitaciones níveas que se dieron hasta el momento, estaban dentro de lo previsto por la División Hidrología del Departamento de Hidráulica local, que había estimado en abril último que en los próximos tres meses existía un 38% de probabilidades de que continúen las condiciones del "Niño" en el trimestre abril-junio, es decir que se podían producir precipitaciones níveas significativas, o más importantes que el año anterior, fenómeno que efectivamente ocurrió. De todas formas, los especialistas aclaran que esto no significa que la cantidad de nieve que caiga en los próximos dos meses tenga la misma proyección ascendente e incluso hablan de que sean iguales o menores que el pobre invierno del 2009. Este escenario -por cierto preocupante- se puede dar en el caso de que durante el invierno el fenómeno pase de neutro a "Niña", con la consecuencia que las precipitaciones se verían fuertemente disminuidas, teniendo por lo tanto para el próximo periodo octubre 2010-septiembre 2011 derrames inferiores al periodo pasado.
