Las bodas de Oro de la carrera artística de Roberto Sánchez -que ayer hubiera cumplido 68 años- fueron la excusa perfecta para organizar la muestra. "Yo Sandro’, que se emplazó en el Centro Cultural Borges de Buenos Aires, con curaduría de Alejandro Salade. Atrapante, repasa la vida íntima del cantante a través de cientos de objetos personales que proporcionaron su viuda Olga Garaventa y fans del Gitano, entre los que se encuentran fotos nunca publicadas, recetas de cocina y hasta su auto de lujo, Mercedes Benz Pagoda de 1970, que el cantante poco usaba "para no ofender al tipo que está laburando en la calle’.
En el ingreso al pabellón inicial, una portada del primer simple grabado por Sandro en los estudios CBS, ¿A esto le llamas amor?, en septiembre de 1963 y dedicado a su madre da cuenta del comienzo de la trayectoria del gitano e invita al concurrente a conocer sus intimidades; más adelante distintas tomas caseras en súper 8 muestran imágenes porteñas y de viajes a Norteamérica, inclusive a Disney, con amigos y colaboradores.
Fotografías personales en secuencia muestran al artista tocando la guitarra, con amigos en reuniones, cumpleaños, con su look típico: pañuelos en el cuello, chalinas, camisa abierta, atuendos en negro y rojo, un día de campo con asado, y el infaltable cigarrillo en mano del cantante. También hay retratos en primer plano, con dichos propios que lo revelan: "Cuando empecé a cantar, el sueño era llegar a ser número uno en el país y vender muchos discos, todo se dio de una manera increíble, no sólo lo logré en el país, sino en muchos países, eso quiere decir que a mí el sueño me desbordó’, es una. "Dejaré de cantar el día que Roberto Sánchez suba la escenario y Sandro ya no esté dentro de él’, dice otra.
En una gran vitrina, rosarios de distintos colores que recibió de sus "nenas’ comparten con medallas de San Benito, relojes de bolsillo, campanas de bronce, encendedores, gemelos y llaveros. El anillo con el signo de Leo grabado, que siempre llevó Sandro en su meñique y que según cuenta la anécdota desde 1973 le cambió la suerte, se muestra en una foto enmarcada. El espectador podrá admirar además documentos personales (libreta de enrolamiento, cédula, pasaporte), fotos de bebé y con sus familiares, letras manuscritas, cartas de fans, bosquejos de trajes y hasta instrumentos, entre ellos varios teclados y guitarras utilizadas en shows, películas y programas televisivos. En otro pabellón están los trajes del "Elvis argentino’, como el blanco con brillos estilo Presley y la característica bata roja de seda, que se exhiben cerca de la impactante discografía del cantante y sus decenas de discos de oro y platino por sus ventas récord: 22 millones de placas en todo el mundo. No faltan los afiches de las recordadas películas como Tu me enloqueces, con Susana Giménez; Sandro Gitano, La vida continúa, Quiero llenarme de ti o Subí que te llevo, que complementan la proyección de fragmentos de sus recitales y borradores originales de melodías, ubicación de artistas en el escenario y hasta letras manuscritas. "Su energía está aquí. No está físicamente, pero está en el aire’, había dicho Olga Garaventa a Cadena 3.
Al finalizar la exhibición, el visitante puede dejar plasmados sus comentarios en un mural, donde infinidades de firmas y dedicatorias dan muestras de la admiración que cosechó Sandro, dentro y fuera del país.
