El asma bronquial es una enfermedad que a pesar de su mejor conocimiento fisiopatológico, mejores posibilidades diagnósticas y los avances terapéuticos de la medicina moderna, muestra en los últimos años un llamativo aumento en su morbilidad y mortalidad . Incluso, constituye la mayor causa de invalidez, si bien reversible, en la población infantil. ¿Cuál o cuáles pueden ser las causas de este incremento? El aire que respiramos presenta un nivel de polutantes que, en muchas ciudades es cada vez mayor, así como distintos alergenos con los cuales estamos en contacto continuamente. Pero se desconoce cuál es la real incidencia de estos y otros factores en el desencadenamiento y mantenimiento de esta enfermedad. Estos datos pueden ayudar a la prevención, ideal de la medicina moderna. En el caso del Asma, la prevención debe considerarse a nivel Primario: evitando o al menos retardando la sensibilización en aquellas personas con una predisposición genética. Secundario: previniendo la aparición de las crisis cuando la enfermedad ya está instalada; y Terciario: realizando un tratamiento precoz y adecuado dirigido a evitar la progresión de la inflamación y la aparición de complicaciones, entendiéndose como tales: una disminución progresiva de la función pulmonar, deformaciones torácicas y trastornos psicógenos, entre otros, procesos todos estos que pueden agravar el pronóstico del Asma e impedir su curación.
La Dra. Diana Zabalo (MN 55562), es Médica especialista en Neumonología.
Magíster PINE Universidad Favaloro. Presidente Honorífica de la Asociación Transdisciplina PNIE. Autora de los libros: "Como vencer el asma infantil" Ed. Continente y "Resiliencia y Asma" Ed. Lumen. Ex Directora del Programa Asma y Deporte F. Prossa (1989-1999). Miembro fundadora y directiva Sapine, expresidenta Aapnie. Docente extranjera de PNIE de la Universidad Católica de Uruguay Docente PNIE en la Univ. Favaloro, Univ.. Belgrano, Univ. UCA, Univ. Córdoba. Directora CMAVVA. Estará en nuestra provincia para dar la disertación en el Primer Modulo del programa de Transdisciplina PINE, el próximo 7 de mayo junto a la Directora Mg. Dra. Ana María Beltran. Los temas de abordaje serán: Bases epistemológicas del paradigma PNIE. Mg. Dra. Diana Zabalo (Bs.As.) Redes endocrinas, fisiología e interacciones. Mg. Dra. Ana María Beltrán (SJ). SNC y SNA, fisiología, neuroplasticidad e interrelaciones. Mg. Dra. Ana Maffeis (SJ). Sistema Inmune evolución e interacciones. Dra. Liliana Cáceres (SJ). Introducción a las distintas escuelas de Psicología. Dr. Sebastián Varea (SJ). Así la magister cuenta a Revista Oh! su mirada acerca del contro del asma infantil en tiempos modernos.
Un abordaje integrativo
Hay un uso indiscriminado del rotulo de Asmático en pacientes que padecen bronquitis espasmódica aisladas, aunque por definición solo podemos hablar de Asma solo cuando las crisis tienen una frecuencia mayor a 3 por año. Pero
Cuando una enfermedad prolongada pasa a ser parte de la identidad de una persona, no se piensa en su curación y peor aún en nombre de la enfermedad se justifican muchos fracasos personales. Debemos colocar la enfermedad en un plano y el ser humano en otro, al decir que una persona es asmática, diabética o leprosa, estamos colocando una etiqueta que estigmatiza y discrimina. La simbiosis entre la personalidad del "sujet" ser humano y el "objeto" enfermedad, es un corto camino "sin viaje de vuelta al mundo de los sanos". Debemos ser muy cuidadosos al dirigirnos a los niños que padecen asma, para impedir que se asuman como minusválidos de por vida. Cuando los médicos decimos en una consulta, "Su hijo tiene Asma", se tiene que comprender el impacto que estas palabras tienen sobre los padres que se sienten perturbados con el peso de una supuesta sentencia ineludible.
Algunos padres se resisten a la palabra asma y algunos profesionales se enredan en acaloradas discusiones que no reportan ningún beneficio para el niño, que asiste anonadado a tanto despliegue de energía inútil. En estos casos mucho tiene que ver la capacidad del profesional para contener la ansiedad justificada de los padres y desmitificar los tabúes populares que subyacen debajo de la palabra Asma.
El diagnóstico
Debe estar acompañado de una explicación clara de las opciones de superación, para que no se convierta en una condena de por vida. Las primeras crisis de falta de aire provocan mucho miedo en el entorno familiar, pero a medida que se repiten, este miedo se puede ir transformando en una obsesión que determina todos los aspectos de la vida familiar dando origen una nefasta burbuja de sobreprotección. Este tipo de conductas de los padres que intentan proteger a sus hijos genera niños cada vez más vulnerables.
Imperceptiblemente van obteniendo ciertos privilegios que les otorga su enfermedad conocido en psicología como
El mejor lugar en el auto, el mejor abrigo, la habitación más amplia y mejor ventilada, el mejor alimento y hasta los premios y prebendas negociados para que no se agite y vuelva a padecer la tan temida fatiga, conforman una extensa lista de beneficios secundarios del asma a los cuales es muy difícil renunciar y que se transforman a la larga los peores enemigos de la curación."El Beneficio secundario del síntoma" constituye un salvavidas de plomo.
El paciente establece una zona de confort alrededor de su enfermedad. La familia establece roles compensatorios alrededor del enfermo. Asumirse como enfermo es el primer paso para cualquier intento de curación fracase.
El asma es una enfermedad que evoluciona en brotes y tiene una predisposición hereditaria pero puede entrar en remisión, a veces como producto del tratamiento y otras sin tratamiento, durante 10, 20, 30 o más años. De tal forma que asumirse como asmático de por vida es una condena injusta.
El enfoque con un tratamiento Integrativo que toma en cuenta las interrelaciones de todos los sistemas que intervienen en la vida del sujeto tanto biológicos, como psíquicos, sociales, ambientales y espirituales es fundamental si queremos alcanzar un desarrollo bioemocional satisfactorio.
El abordaje PNIE (psico-neuro-inmune-endocrino) propone el trabajo interdisplinario, donde el paciente sea un sujeto proactivo y participe en su propia curación.
El protagonismo del paciente y la familia trabajando en equipo con los profesionales, en la recuperación y mantenimiento de la salud, genera adultos sanos y fuertes, por ello es la frase: "Yo tengo asma pero el asma no me tiene a mí".
