Si hay algo que no se le puede discutir a Marcelo Carrusca es su técnica exquisita a la hora de pegarle al balón con la pierna izquierda. Fue justamente de esa zurda prodigiosa desde donde partió el remate para el único gol del clásico de ayer ante Godoy Cruz. Una sutileza ya dentro del área mendocina y con el arquero, Nelson Ibáñez, apremiándolo para achicarle el ángulo de disparo. De esta manera, el Chelo tuvo una actuación trascendental en el duelo más esperado por los hinchas sanjuaninos y así dejó de lado buena parte de las críticas que había recibido por sus recientes actuaciones en el Verdinegro.
Con la llegada de Sava, San Martín jugó ayer por primera vez en la temporada con un clásico enganche. Esa función el Colorado se la asignó al volante de 28 años, quien cumplió muy bien con su misión pues le dio el volumen de juego que el Verdinegro tanto extrañaba desde la ausencia de Federico Poggi. Chelo estuvo en cancha hasta los 7’ del complemento cuando justamente el Enano lo reemplazó. A más de uno lo sorprendió su salida, pero luego el propio futbolista reveló que tenía una contractura en el posterior de la pierna izquierda.
“Me sentí muy cómodo. Lo que a todo jugador le gusta es estar en contacto con la pelota y yo en esta función la tuve”, contó el zurdo al salir del camarín local. Respecto de cómo vio la actuación en general del equipo, expresó que “lo ganamos con un trabajo sólido. Sabíamos lo que representaba este partido para todos y así lo jugamos. Lo más importante es que volvimos al triunfo después de muchas fechas y así levantamos en lo anímico”. Por último, se refirió al cambio de técnico con el arribo de Sava tras la renuncia de Garnero en la semana previa al clásico: “Se da una renovación lógica de las expectativas. Por ahí cambia el clima ya que todos arrancamos desde cero y eso provoca otras cosas. Siempre en el fútbol se sabe que cuando las cosas andan mal es el técnico el fusible de todo”, cerró Carrusca, en su siesta inolvidable.
