El lunes posterior a las elecciones nacionales legislativas del 26 de octubre, el vicegobernador Fabián Martín dio una entrevista a DIARIO DE CUYO con un tono autocrítico respecto a la estrategia electoral que dejó en segundo lugar al frente Por San Juan, que lo llevó como primer candidato y lo catapultó a una banca en la Cámara de Diputados de la Nación a partir del 10 de diciembre. Sin embargo, con el paso de los días, hubo un rumor increscendo respecto a la chance o no de la efectiva asunción en el Congreso de la Nación. Incluso asoma un nombre concreto para suplirlo en caso de ser necesario.
—Pregunta obligada: ¿va a asumir su banca?
Voy a estar donde el gobernador me necesite. No me imaginé ser candidato, pero él me lo pidió y asumí el desafío con la intención de asumir la banca. Si el gobernador decide otra cosa, ahí estaré.
—¿Existe la posibilidad de que le pida quedarse como vicegobernador?
No lo sé. El gobernador me pidió jugar esta elección, lo hice y ahora habrá que analizar muchas cosas. El Gobierno provincial, pese al resultado, goza de buena salud, buena imagen y un gobernador que conduce bien. Lo de ayer fue una elección nacional.
Las palabras de Martín en la entrevista con este diario dejaron tela para cortar. De movida, hay que recordar el inicio de la candidatura. En la previa a la presentación formal de postulantes en el agosto de este año, había dos nombres para encabezar la lista del oficialismo provincial. Los operadores barajaron hasta último minuto la posibilidad de entronizar al intendente de Santa Lucía, Juan José Orrego, más conocido como Kanki, como primer candidato. En algún momento sonó el Plan K. Pero con el correr del tiempo, la versión perdió peso y ganó fuerza una jugada arriesgada: poner al Vicegobernador como cabeza. Así fue.
Las palabras de Martín demostraron lo que pensó desde un principio. El compañero de fórmula de Orrego en el 2023 no tenía en la mira una candidatura nacional. Desde el entorno había voces a favor y en contra. ¿A favor? Porque tenía una nueva vidriera electoral que lo mantuviera vigente en el entrenamiento de la cosecha apoyo popular. ¿En contra? Probablemente perdía estructura en la cotidianidad del Gobierno provincial. Hubo, alrededor de Martín, susurradores que acercaron ambas opciones que, naturalmente, el dos veces intendente de Rivadavia ya contemplaba.
No obstante, no hubo margen para expresar algún tipo de voluntad individual si el proyecto tocaba la puerta y pedía que saliera a la cancha. En una reunión con colaboradores personales, el Vice dio una metáfora futbolera sobre la necesidad de elegir “titulares” para las elecciones legislativas. El razonamiento era simple: si para las Eliminatorias usás suplentes y perdés, no tenés la chance de jugar el Mundial. Así lo reconstruyeron fuentes que participaron de la cita con el titular de la Legislatura provincial. En definitiva, tenía decidido jugar cuando el Gobernador se lo propusiera. Y sucedió.
“El gobernador me pidió jugar esta elección, lo hice y ahora habrá que analizar muchas cosas”, dijo a este medio. El resultado electoral, en honor a la honestidad intelectual, sorprendió. Pero, si bien el oficialismo salió segundo, retuvo la banca en Diputados y aumentó el número de votos respecto a las elecciones del 2023 cuando llevó a Emilio Achem y Nancy Picón. Los números no fueron los esperados y quizá repercutió en algún esquema que el Gobierno había armado en torno a la candidatura de Martín. Es contrafáctico. ¿Qué hay que analizar? Probablemente la autocrítica y la “profunda revisión” del rumbo político que comentó el Vice en la entrevista.
¿Existe la posibilidad de que Martín quede en la Vicegobernación? Es una respuesta que nadie, salvo el gobernador Orrego, puede dar. Para el 10 de diciembre faltan más de un mes. Correrá mucha agua bajo el puente. Los operadores legislativos del peronismo preparaban un saludo para el exintendente de Rivadavia en la sesión de este jueves. Saludarían al diputado nacional electo y le desearían suerte en Buenos Aires. Sería una chicana. El justicialismo especula con que no asuma la banca. La cuestión es que los propios legisladores del orreguismo tampoco están convencidos.
Un hombre de la Casa de Gobierno se permitió hablar sobre la sucesión en la eventualidad de un Martín vicegobernador y no diputado nacional. ¿Sigue Laura Palma, Federico Rizo, quién? De acuerdo a las fuentes, el elegido sería el legislador Carlos Jaime, un hombre de Santa Lucía que si bien no tiene contacto permanente con Orrego, es parte del núcleo duro del oficialismo. De manera que el bloquista Rizo debería dar un paso al costado. Tiene sentido en nombre de la sociedad política que inauguró el partido de la estrella con Producción y Trabajo. Principalmente porque si Rizo sale, ingresa una peronista al recinto: la secretaria General de UTHGRA, Graciela Baraza, del palo de Eduardo Cabello. Es decir, un voto menos para la configuración de poder del orreguismo en la Legislatura, que Martín edificó con mucha muñeca.
Recientemente, en otra entrevista, en este caso televisiva, en el programa de Mariano Bataller en Telesol, el Vicegobernador dio una pista más sobre el futuro -todavía- incierto. “El resultado de una elección también juega y condiciona en cierta manera. No es que condicione, pero también juega y tenemos que resetear. Es decir, no es lo mismo haber ganado la elección que no haberla ganado”, dijo. Es decir, a la charla con DIARIO DE CUYO, sumó un aspecto más: el reseteo poselectoral. Lo dicho: estará donde el Gobernador le pida. Uno de los asesores de Martín dijo, off the record, que “simplemente no sabemos qué va a pasar”. Ergo, la férrea asunción que estaba prevista ya no es tal. El paraguas está abierto.
La pelota -para continuar con las metáforas deportivas que gustan al Vice- la tiene Orrego. El Gobernador no tiene la misma costumbre que su mentor, el empresario Roberto Basualdo, quien usó las candidaturas testimoniales otrora. Es una diferencia clara. Orrego no quiso postular a su hermano por una cuestión filial. ¿Por qué querría incurrir en una testimonial? Es una definición abierta. El mandatario provincial puede dejar correr el tiempo y que las cosas sigan el orden natural: Martín como diputado nacional. O puede pedirle que retenga su puesto en el sillón de la Legislatura.

