Es uno de esos tipos simpáticos que siempre tiene la sonrisa a flor de piel. Pero así como buen tipo parece afuera de una cancha de vóleibol, es como que se transformara dentro de ella. Javier Filardi (34 años), receptor-punta de UPCN San Juan Voley es terrible cuando ataca por las puntas. Con un buen porcentaje de efectividad, está pasando por un gran momento. El mismo que coincide con el presente exitoso de su equipo, que desde el sábado empezará a jugar su quinta final consecutiva de Liga Argentina. Allá, en una coqueta zona de Rivadavia (muy cerca de donde vive su compañero Demián González), Javier goza diariamente de la tranquilidad hogareña junto a su esposa Luciana y su pequeño hijo Agustín (dos años y medio). Contó que está feliz en ese lugar. Y que San Juan le inspira confianza y seguridad. Cordobés (de la localidad de Unquillo, los pagos de David Nalbandian), igual que su esposa (es abogada y no se despega de su regalón, el inquieto y travieso Agustín, que nació en Capital Federal), el jugador habló de todo. De la actualidad de UPCN. De sus sueños de lograr una nueva corona. Del próximo Mundial. Del Bolívar exitoso que él integró. De la Selección…

– Qué buen momento este de UPCN, ¿cierto Javier?

– Sí, la verdad. Este año salió todo fantástico hasta ahora. A mí me costó un poco integrarme. Es un grupo que ya estaba consolidado, con jugadores que se conocen muy bien unos con otros. Entonces no es fácil llegar desde afuera y, aún más, del equipo que acá consideran el mayor enemigo: Bolívar.

– ¿Y te amoldaste?

– Totalmente. Es un gran grupo. A algunos ya los conocía de haberlos enfrentado y a otros inclusive de haber jugado juntos, como Seba Garrocq. Lo tuve de compañero en Banco de Córdoba.

– ¿Ahí empezaste?

– Jugué en Banco hasta los 17 años. Y después vine a San Juan. Fue cuando estuve en Obras, en el ‘98. Ahí tuve de compañero a Seba Fernández. Pero en la actualidad me llevo muy bien con todos. Especialmente con los que estamos más tiempo en cancha, como Bogdan, Demián, Junior.

– ¿Y en Bolívar, cuánto estuviste?

– Siete años. Y salí campeón cuatro veces.

– Estás igual que Demián, porque le llevás un título de más a UPCN…

– (Risas) Sí, pero ahora vamos a salir campeones juntos.

– ¿Existen diferencias entre ese Bolívar campeón con este UPCN súper exitoso?

– Tienen algo en común: el gran grupo humano. En ese Bolívar estaban el “Caño” Spajic, Arroyo, Wallace, Williams, García, Meana, de líbero, y yo. Éramos muy unidos. Por eso logramos buenos resultados. Cuando se marca un grupo así -inclusive como el que tenemos ahora en UPCN- es muy difícil que te vengan a ganar así frontalmente. Después técnicamente, en aquel Bolívar, se jugaban las pelotas mucho más rápidas. Y teníamos un sistema de bloqueo y defensa distinto. Este UPCN, en cambio, ataca muy bien. Justamente el ataque y el bloqueo son sus mayores virtudes. En la Liga Argentina cuesta mantener el ritmo de ataque y UPCN lo hace. Inclusive se defiende muy bien.

– Están en la final de la Liga pero el Mundial viene ahí nomás, ¿distrae?

– Nuestro objetivo es ganar la Liga. Después vendrá el Mundial. Es cierto, ahí nomás, pero después.

– Decime, ¿salen campeones de la Liga?

– Me encantaría. Me tengo mucha fe, pero no me gusta adelantarme.

– ¿Y en el Mundial?

– Vamos a subir al podio. Vamos a estar mejor que el año pasado porque tenemos más experiencia.

– ¿Y Lomas, el rival de la final de la Liga?

– Es un rival difícil, complicado. Ellos van a salir a ganar como nosotros. Acá no importa lo que pasó antes. Y es un equipo con varios jugadores que ya han estado en finales.