Buenos Aires, 1 de abril.- Cuando promediaba la práctica en el Monumental, el entrenador Leonardo Astrada paró el partido y dispuso que Ortega, que jugaba para los suplentes, se dejara la pechera negra de los titulares y cambiara con Mauro Daíz, el que apareca como candidato a ocupar el lugar del paraguayo Rodrigo Rojas, de flojísima labor tanto ante Boca como frente a Argentinos.
No bien cambió de bando, se ubicó entre los dos delanteros de punta (Rogelio Funes Mori y Mauro Rosales -será reemplazante del uruguayo Gustavo Canales-) y los volantes, y buscó constantemente el espacio para recibir y ceder rápido.
Ortega no juega desde la segunda fecha, ya que en la previa del partido ante Central, llegó en mal estado a la concentración y comenzó una nueva etapa negra de su estada en River.
Pareca que Ortega, que tuvo una y otra vez inasistencias o llegadas tarde a los entrenamientos, languidecera como uno más del plantel sin ser tenido en cuenta hasta la finalización de su contrato a mediados de año.
Pero ante la necesidad, Astrada dispuso que Ortega vuelva a meterse entre los postulantes a volver a vestir la camiseta de River en un partido oficial.