Con la tranquilidad que lo caracteriza y acompañado de su valor más preciado, su hijo Nicolás, David Páez se dio tiempo ayer al mediodía de analizar su consagración como el “Deportista del Año 2015” otorgado por DIARIO DE CUYO en la noche del martes.
El hockista, un poco más relajado que en la gala, se dio tiempo para contar las sensaciones tras la premiación: recordó la final ganada con la Selección Argentina en el Mundial de hockey sobre patines en Francia, el título doméstico obtenido con Concepción, el valor que tiene su hijo Nicolás en su vida. Aunque también se tiempo para hablar de lo que considera como ‘la decadencia del hockey sanjuanino’, algo que manifestó en su discurso apenas ganó el premio mayor.
“Estoy muy feliz, no me esperaba un premio semejante. Fue una hermosa fiesta, pero me sorprendí mucho de ser el elegido” arrancó la charla el hockista que a sus 40 años parece haber vivido todo en una cancha de hockey. “Estaba feliz por el voto de la gente, después de tantos años jugando en Europa y de repente llegarme este premio a esta edad, me sorprendió. Pero también es cierto que ha sido un año de mucho trabajo, gracias a Dios se me premió con el Mundial, le tengo que agradecer a mis compañeros: este premio también es de ellos. Cierro un año soñado por muchas cosas. No puedo pedir más, ahora estoy disfrutando a full este premio tan prestigioso para el deporte sanjuanino”, comentó haciendo referencia a la Selección argentina que se consagró campeona tras 16 años sin títulos goleando 6-1 ni más ni menos que a España en el cruce decisivo.
Hace muy poco David, quien realizó gran parte de su carrera deportiva en Europa, volvió a San Juan y se calzó los patines para derrochar talento en su amado Concepción, el club que lo formó desde la cuna. “Si tengo que hacer un balance de mi regreso te digo que fue fantástico. Primero el Mundial, después conseguimos con Concepción salir campeones y ahora esto” comentó el “Rey”.
El martes, cuando los conductores de la gala anunciaron su nombre como el mejor del 2015, el Cachi se agarró la cara (pág. 47), demostrando que la premiación lo tomó de sorpresa. Por eso ayer, recordó esos instantes que le erizaron la piel: “Me tomó de sorpresa y se me vinieron imágenes de mi familia y de la final del Mundial. Yo soñaba con eso, no había un día que yo me fuera a la cama y no soñara con obtener el título. Sufrí mucho los días que duró el Mundial porque la ansiedad me superaba”, recordó.
Cuando el técnico, Darío Giuliani, lo llamó para integrar el seleccionado, David encaró una preparación especial para llegar de la mejor manera. “El Mundial lo fue todo. Estuve un mes en Europa afinandome. Darío se la había jugado por mí y yo sabía que podía llegar al cien por ciento, estaba en un estadio fantástico donde nada podía fallar”, apuntó. Y fue un gran logro para la selección, consiguiendo saldar la deuda pendiente de vencer a España en una final. “La gente sabe del sacrificio nuestro. Estoy contento por lo que hemos sufrido y por lo que hemos ganado. La realidad es esa, nosotros jugamos solo por la camiseta”, recalcó y reclamó falta de apoyo por parte de la dirigencia: “Apoyo económico nunca tuvimos. Nos dieron un dinerito para gastos personales pero hasta el día de hoy nunca recibimos nada, como siempre. Esto siempre fue así y no va a cambiar”, remarcó. “¿Si me convocaran de nuevo a la Selección? No, ya está. Me criticaron mucho, pero cumplí y gané. Si en el 2017 quieren que vaya puedo ir de manager o de lo que sea con tal de estar con el grupo”, cerró.
Así es David Páez. El mismo que cuando la final ante España estaba 1-1 marcó dos goles y abrió el camino a la posterior coronación. Fue clave para la consagración tan esperada de la Albiceleste. Páez es sinónimo de hockey, pero sobre todo de sacrificio y por eso tuvo su merecido premio.
