Tantas veces vino Junior a jugar en su Brasil natal con UPCN, que ya le da lo mismo. “Creo que sería diferente si jugásemos en mi Salvador de Bahía. Ahí seríamos locales con toda la gente que conforma mi familia”, bromeó el central del equipo sanjuanino. El moreno analizó la previa del Mundial de Clubes. “Yo ya jugué un Mundial de selecciones con Brasil, pero este es un torneo nuevo para mí y todos en el equipo sabemos que es una oportunidad única, porque quizá se juega una vez en la vida. Estamos tranquilos, confiados en la buena pretemporada que hicimos para afrontar el Mundial de Clubes”, dijo.

El central optó por el bajo perfil al momento de hablar sobre las aspiraciones. “Hay que poner los pies sobre la tierra y aceptar que no somos favoritos. De todos modos, eso a veces es mejor, porque permite jugar con el factor sorpresa. La prueba está en el Sudamericano, en el que nadie daba algo por nosotros y dos de los mejores equipos de Brasil (Vivo Minas y RJX) terminaron viendo en el podio cómo festejábamos en su casa. En el vóley no hay empate y va a ganar el que le ponga más corazón a cada pelota”, apuntó el hombre de 2,07 metros, un fanático de la buena comida que sabe apreciar la cocina de Minas.

El Mundial ya se palpita en las calles y los medios locales y Junior sabe que manejar la ansiedad es clave en estas circunstancias. “Es un torneo corto, que no da segundas chances, poro le tengo mucha fe al equipo. No sé qué puede pasar el domingo 20, el último día del Mundial, pero tengo muy en claro que en los días previos UPCN va a rendir cómo siempre lo hizo y que pase lo que pase, vamos a hacer un gran papel en cada partido”, resumió.