La segunda etapa en Los Pirineos modificó el líder de la clasificación general del Tour de Francia. El máximo favorito, el español Alberto Contador llegó 39 segundos adelante de su principal rival y ahora ex líder Andy Schleck, y le arrebató la casaca amarilla que identifica al puntero de la ronda gala. La etapa, que unió Pamiers a Bagneres de Luchon (187,5 kilómetros) fue ganada por el francés Thomas Voeckler.
La polémica sobre si la acción de Contador, que aprovechó -él dice sin saberlo- un desperfecto mecánico sufrido por Schleck en su bicicleta (se le salió la cadena y tardó 18 segundos en colocarla nuevamente) llenó ayer todos los portales que cubren la carrera en Internet.
Hubo muchas opiniones a favor del español y menos en contra, siendo una de estas últimas la de Lance Armstrong. Pareciera que el estadounidense que ganó siete Tour y ahora viaja en el puesto 39 a más de 40 minutos del puntero, sangra por la herida.
Antes de esta segunda cita en la alta montaña, Schleck aventajaba a Contador por 31 segundos. Ahora el que manda, con ocho segundos de luz, es el nacido en Pinto, localidad ubicada a 30 kilómetros de Madrid.
Donde no hubo polémica fue en la victoria de etapa de Thomas Voeckler, un auténtico guerrillero del ciclismo francés habitual en muchas escapadas. El doble campeón de Francia en ruta ya conocía el éxito en el Tour porque se había impuesto en Perpiñán, en 2009.
El ciclista de origen alsaciano se metió en la escapada de 10 corredores que animó la etapa a partir del kilómetro 85 y tras coronar en grupo los altos del Aspet y Ares, decidió marchar en solitario en el ascenso al Port de Balés, un puerto de casi 20 kilómetros de longitud.
El pelotón había permitido ventajas de hasta 10 minutos, pero tras la aceleración del equipo Saxo Bank de Schleck en la persecución, la fuga peligraba. Voeckler, un corredor que en 2004 vistió de amarillo 10 días, no estaba para dilapidar tamaña ocasión de ganar.
Coronó el Port de Balés con minuto y medio sobre Aitor Pérez Arrieta y Alesandro Ballan. Por detrás ya se había desatado la "batalla de la cadena". Contador, Samuel y Menchov cruzaron a 4m.11s. y Schleck a 17 segundos de los corredores con los que disputa una carrera aparte.
El madrileño subió al podio a recoger la camiseta de líder por decimocuarta vez en el Tour. Ya en medio de la polémica por aprovechar la desgracia de la avería de Schleck para obtener ventaja, mientras insistía que no fue conciente del problema que sufrió su rival a quien le aplicó un golpe clave. ¿Será decisivo? ¿Definirá la carrera? Como dicen en las novelas: "No se pierda el próximo capítulo", que se corre hoy.

