En el ambiente de la pelota ovalada, es “El Guille” o “El Negro”. Su vida, como profesional de la Educación Física o como periodista, siempre estuvo dedicada al deporte que lo apasiona. Guillermo Quevedo Mendoza entiende que “ha cumplido un ciclo” y que debe dejar paso a las nuevas camadas de dirigentes.
“Son muchos años y en ellos han sido más los aspectos positivos que los negativos”, comenzó diciendo al actual presidente de la Unión Sanjuanina de Rugby, cargo que dejará dentro de poco.
“Creo que lo más importante es que logramos subirnos a la rueda del desarrollo. Hoy nosotros tenemos un centro de alto rendimiento que nos permite trabajar con los jóvenes con los mismos sistemas que se aplican para los seleccionados nacionales, como Los Pumas o Los Jaguares”, amplió.
Consultado sobre qué le falta a San Juan para equipararse a potencias como Buenos Aires, Córdoba, Tucumán y Rosario, por ejemplo, Guillermo comentó: “Jugar, jugar y jugar. En la competencia con las potencias iremos adquiriendo mayor nivel”.
A la hora de hacerle notar por qué las diferencias son abultadas, explicó que las realidades entre categorías son distintas. “En Primera aún la brecha es amplia, pero entre los pibes, muchos de los cuales llevan cinco años en el proyecto, estamos ‘palo a palo’, podemos perder, porque nos llevan años de ventaja, pero no nos pasan por arriba”, afirmó.
“Las cuatro ocasiones que nos visitaron Los Pumas, fueron muy importantes porque nuestros chicos pudieron ser testigos directos del primer nivel de nuestro deporte”, explicó.
Para Quevedo lo conseguido ha sido bueno, pero lo mejor está por venir. “Así como hemos crecido en lo deportivo porque hemos promocionado el rugby en los Departamentos y porque, si hoy vas a la Unión, vas a ver todo el movimiento que hay, con subcomisiones de padres y de entrenadores; considero que se puede crecer mucho más porque hay un buen grupo de jóvenes dirigentes de todos los clubes que garantizan la continuidad del proyecto”, graficó.
A todo lo bueno conseguido, Quevedo asumió como una “asignatura pendiente” no haber logrado una buena comunicación con la Unión de Rugby de Cuyo (Mendoza). “Tratamos siempre de sumar, propusimos ideas, pero no obtuvimos respuestas”.
Contó que seguirá aportando desde otro ámbito. “Mi sueño es incluir el rugby en la escuela. Creo que el ‘seven’ es una buena opción para seguir conquistando a los jóvenes que son nuestro futuro”, completó Guile, con los ojos brillantes de emoción.

