El regreso fue el esperado. Jugando y haciendo jugar. Aunque la deuda fue el gol, eso igual no importó porque Juan Román Riquelme fue una vez más la bandera y el emblema en una nueva victoria de Boca. El enganche con sus genialidades, le dio brillo a un partido deslucido, que de todas formas terminó con victoria 1-0 sobre Arsenal.
Riquelme, se despachó con un verdadero lujo cuando buscó el 2-0 picándola por sobre Campestrini. “Faltó un poco de suerte, tienen un gran arquero y es muy rápido. La tocó y no entró”, detalló el Diez.
Por otro lado, Román sostuvo que nunca imaginó este presente de Boca. “Necesitábamos ganar, sabemos que en el torneo no estamos como queremos. Habíamos apostado a la Copa y no pensábamos estar en esta situación. Por suerte nos quedamos con el triunfo”, cerró.