La alegría de Emiliano Fernández, al final de la competencia, era inmensa. El tricampeón nacional de Kilómetro, no venía bien. Las cosas no se le daban. Hubo carreras, como la Vuelta a los Valles Iglesianos donde no pudo encontrar nunca el ritmo. Por eso, ganar como lo hizo, y venciendo a dos fuertes sprinter como Muller y Adrián Richeze, fue un hecho para festejarlo largamente.

La emoción por sentirse ganador lo llevó a levantar los brazos metros antes de la meta y dio la sensación que su cuñado (Richeze) lo superaba. ‘Noté que había pasado su rueda por afuera y con el envión me alcanzaba, por eso festeje. Tal vez fue anticipado, sí‘, contó quien hasta ayer no había aparecido como él y su equipo pretendían.

‘Necesitaba ganar así‘, explicó. Sobre cómo corrió la prueba, contó que le hizo caso a su padre (Ernesto, el ‘Pollito‘). ‘Lo escuché a mi Viejo, que de esto sabe un montón. Él durante la semana me dijo que tratara de hacer la cuesta lo más tranquilo posible, que no perdiera el grupo de arriba y después que fuera adaptandome a las circunstancias de la carrera‘, afirmó.

Después de contar varias veces su remate, se tomó un tiempo para agradecer a su equipo. ‘Los muchachos estuvieron fantásticos. Yo me sentía fuerte, con muchas ganas y les dije que confiaran en mí. Que me tenía fe. Fueron unos leones para cerrar el corte que produjo Juárez (Daniel) y después todo el trabajo me quedaba a mi‘, confió.

Entre otras cosas, dijo que esta victoria sirve para ‘cerrar bien un año malo‘. Recordando que en otoño perdió a su abuelo paterno, quien era uno de sus hinchas más fieles.

‘Lo bueno es que el equipo está bien para lo que viene. Ganamos dos de las tres clásicas corridas y eso nos motiva mucho más‘.