El boxeador argentino Omar Narváez avisó ayer que la derrota con el japonés Naoya Inoue, el pasado martes en Tokio, ‘no significa el final‘ de su carrera, por lo que confió en ‘volver a ser campeón mundial‘ este año en la categoría mosca o supermosca.
El chubutense reveló que el deseo de recuperar la corona será su ‘pedido a los Reyes Magos‘ el martes próximo, fecha coincidente con su vuelta a los entrenamientos.
‘Tomo esta pelea como un accidente que no me debilita para nada ni significa el final de mi carrera. Me siento fuerte y con muchas ganas. Voy a volver a ser campeón mundial‘, garantizó Narváez en diálogo con Télam en su llegada a Trelew, luego de un extenso viaje desde Japón, con escalas en Dubai, San Pablo y Buenos Aires.
El boxeador llegó ayer a Chubut, acompañado de su hijo Junior Andrés, su preparador físico Roberto Ruiz y su hermano Daniel, que en la previa del combate del martes también perdió con el hermano de Inoue en peso mosca.
En sus primeras palabras con un medio argentino tras perder la duodécima defensa del cinturón supermosca OMB, Narváez aseguró que ‘no hay reproches‘ en relación a la estrategia con la que encaró el duelo Inoue, de 21 años.
Narváez perdió ante el japonés por nocaut en el segundo round, luego de visitar cuatro veces la lona, la primera de ellas a los 29 segundos del primer asalto por una poderosa derecha.