En el 2008, tras el primero de los descenso de San Martín de Primera División, el defensor albardonero Ariel Agüero se marchó del Verdinegro siendo una de las figuras y nunca más volvió al club que lo transformó en profesional. El próximo lunes, a las 16, regresará, pero con la camiseta de Independiente Rivadavia de Mendoza, para disputar el clásico cuyano y su histórica primera vez ante San Martín en toda su carrera, más allá que confesó que le gustaría jugar en el club pero que desde el 2010 le cerraron las puertas para su regreso.
"Ésta va a ser la primera vez que enfrente a San Martín en San Juan, antes lo pude haber hecho en la Promoción con Gimnasia (La Plata) -en el 2011- pero por problemas familiares no pude entrenar bien y por eso no jugué", contó ayer desde Mendoza el "Oso".
El zaguero central que surgió de Sport Argentino, tiene un gran recuerdo de su paso por la institución de Concepción tanto en el fútbol local, hasta llegar a la B Nacional, ascender en el 2007 y jugar en Primera. Por todo eso, el clásico cuyano para él no es un juego más. "Es lindo volver a la cancha de San Martín porque ahí tuve la oportunidad de llegar a ser un jugador profesional. Va a ser especial, pero sólo por la gente. Eso es lo mejor que me quedó, de la gente no puedo decir nada, porque a algunos dirigentes les deposité toda la confianza y algunos me defraudaron", recordó con mezcla de satisfacción y dolor.
Y tiene que ver con que el albardonero, de 33 años, en las últimas 4 temporadas hizo todo lo posible para regresar a San Martín, pero siempre se lo negaron y él lo relató: "Quisiera haber vuelto hace un par de temporadas pero no se pudo. Insistí y no se dio porque no hubo interés de los dirigentes ni de los cuerpos técnicos. Desde el 2010 que yo me ofrezco todos los años para volver a San Martín, me decían que sí y después no me contestaban ni llamaban. No sé cuál será el problema, pero respeto la decisión. Hoy estoy en Mendoza, que es cerca de mi San Juan, y lo importante es que estoy cómodo y tranquilo".
El "Oso", quien afronta su segunda temporada en la Lepra mendocina, todavía tiene una esperanza de ponerse la casaca verdinegra, pero sabe que no muchos conocen su historia con San Martín y le duele cuando le "pegan" por no volver. "No sé si perdí las esperanzas de regresar, yo volvía gratis. Lo que me duele es que mucha gente habla sin saber y escribe cosas contra mí que no son simplemente porque no saben que pasó. Me duele todavía las cosas que se dijeron de mí y que no son, pero como yo nunca salí a aclararlas por como es mi carácter, no puedo decirles nada. Por eso es que me gustaría hablar cara a cara con los dirigentes porque la gente no sabe como se dio, pero el sentimiento por San Martín siempre lo tengo y me quedó, de eso que estén seguros", agregó al respecto.
No obstante, hay un partido en el medio que lo traerá nuevamente a la provincia. Partido que los hinchas quieren ganar y que en Mendoza también ya se palpita. "Acá la gente lo vive como en San Juan, sabiendo que es un clásico cuyano y para ver quien es el más popular. Los hinchas te piden ganar, esperemos que salga un buen espectáculo sea cual sea el resultado y sin inconveniente", destacó.
Por último se acordó de los amigos que tendrá enfrente el lunes: "Pepi (por Franco Quiroga) es un crack y también está (José) Vizcarra, con los dos jugué y son amigos. Después tengo relación con algunos directos, pero con otros ya no tengo nada", cerró el Oso, palpitando el clásico y aclarando lo que siente por San Martín.
