-¿Por qué volviste a Alianza?

-Volví porque mi patrón Rodolfo Riveros agarró el futsal en Alianza. Yo tenía pensado quedarme en La Gloria, la verdad que me han tratado como nunca me trataron en ningún club, de una forma espectacular, pero bueno, Alianza es mi casa, me crié ahí, jugué en la Escuelita desde los cinco años, no me puedo quejar.

-Y en tu regreso sumaste un nuevo título..

-Si, yo llegué y fuimos a jugar el torneo Vendimia en Caucete y terminamos siendo campeones, además me dieron el premio al mejor jugador del torneo, fue todo redondito.

-¿Cómo te iniciaste en el futsal?

-Yo venía de jugar en Unión de fútbol once (en el ascenso al Argentino +B+) y de ahí un amigo me dijo que jugara futsal, yo más o menos lo entendía porque en mi barrio (Bº Kennedy), mis amigos jugaron toda la vida. Por eso creo que me gustó más. El futsal implica mejor manejo de la pelota, tenerla siempre al pie. Es mejor.

-¿Porqué pensas que no se te dio la chance de jugar al fútbol?

-Pienso que lo económico tuvo mucho que ver. Fui papá muy joven y tuve que salir a trabajar así que no me pude dedicar de lleno al fútbol.

-Ser padre tan joven ¿se te complicó en algún momento?

-No fue tan difícil porque me crié en un ambiente que "o te haces hombre de chico o no te haces más’. Nosotros somos diez hermanos, muy humildes por eso desde chiquitos tuvimos que salir a trabajar. No fue fácil.

-¿Dónde trabajabas?

-En la Feria de frutas y verduras de Capital a los 10 años. Y fue complicado porque trabajar ahí te hace dos cosas: "o sos muy mala gente o buena gente’, no hay términos medios porque así es la ideología ahí. Yo por suerte con la educación que me dieron mis viejos me tiré por el lado de los buenos. Nos tenían cortitos.

-¿Momentos duros en tu vida?

-El fallecimiento de mi hermano. Era chico pero andaba para todos lados con él. Tuve que ir un año al psicólogo para salir, hasta que di vuelta la pagina y tuve que continuar. Y bueno, hace diez años el fallecimiento de mi papá también fue muy duro, pero ya estás más grande, así que lo vas superando.

-¿Qué significa la familia que conformaste?

-Demasiado en mi vida. Verónica mi mujer, me dice que soy un niño grande, que no cambio más. Ella es la mujer que menos sabe de fútbol en la historia. Por ahí va a la cancha a verme pero es de las típicas mujeres que no le prestan ni atención al partido. Después le pregunto "viste como salimos’ y no sabe cual fue el resultado (risas). Tengo dos hijas Guadalupe (10) y Ana Paula (6) y dos varones: Jeremías (6) y Giovanni.

-Justamente Giovanni nació hace pocos días…

-Sí. El nacimiento de Gio es como ganar el Mundial.

-¿Por qué tan así?

-Porque yo no quería tener más hijos y Vero sí, así que decidimos buscarlo. Pero fue duro porque el embarazo se complicó al mes con pérdidas. Ella tuvo que estar casi todo el embarazo en cama. A los seis meses quería nacer y no nos garantizaban nada. Fue un embarazo complicadísimo, por eso cuando Gio nació fue algo impresionante. No se lo que se debe sentir al ganar la Copa del Mundo, pero me imagino que debe ser algo parecido a lo que sentí cuando nació Gio.