El presidente de la AFA, Julio Grondona, admitió ayer que ve "muy difícil que no se vaya Independiente" al descenso, después de la derrota en el clásico del domingo con River, que lo dejó a expensas de una compleja combinación de resultados para conservar la categoría.

El máximo dirigente del fútbol argentino reconoció que la crisis actual del club de Avellaneda lo tiene "muy dolido y angustiado" en un año "tan difícil" por el fallecimiento de su esposa, del que se cumplirá el primer aniversario el próximo domingo.

En diálogo exclusivo con Télam, Grondona lamentó: "Algo más que faltaba en este año tan difícil. Estoy muy golpeado, pero el fútbol es así, le tocó a River en su momento".

"Veo muy difícil -continuó- que no se vaya Independiente, por eso estoy mal. Ya está, es fútbol".

Consultado por los responsables de la debacle institucional y deportiva, el presidente de AFA se excusó: "No sé quién tiene la culpa, hace 34 años que no estoy en ese club".

Grondona, de 81 años, fue el titular de Independiente entre 1976 y 1979, hasta que tomó la conducción de la entidad rectora del fútbol argentino. Durante su gestión, el equipo fue dos veces campeón local en 1977 y 1978.

Hasta el final

El entrenador de Independiente, Miguel Brindisi, consideró ayer que su equipo tiene la "obligación moral y profesional" de seguir peleando por la permanencia mientras exista la chance de llevar a cabo la difícil misión de evitar el descenso. "Todavía falta terminar esta fecha y veremos. Lo único que sabemos es que no vamos a bajar los brazos y tenemos la obligación moral y profesional de entregar todo hasta el último instante", señaló DT y agregó "si descendemos no vamos a bajar los brazos de cara a lo que resta y a lo que viene. Estoy a la orden y con contrato por un año más, dispuesto a seguir adelante".