-¿Cómo pasaste la primera semana en tu nuevo rol?

-Contento, muy ilusionado y feliz por la chance que se me está dando. La idea es hacer un buen papel en la local, mirar los jugadores que hay a futuro y ver con quienes se puede contar en el Argentino para que podamos cumplir con el objetivo de ascender.

-¿Es una revancha por lo que no pudiste continuar como jugador?

-Lo tomo como una etapa nueva. Lamentablemente no pude seguir jugando por un tema de la rodilla, pero hay que dar vuelta la hoja y siempre mi idea era cuando dejara el futbol, dirigir, tuve que dejar antes de tiempo. Así que terminé el curso de técnico y ahora se dio la posibilidad de empezar acá.

-Llegaste a Sportivo, pero en San Juan sos más conocido por tu paso por San Martín…

-Sí. Esa fue una etapa muy linda, en esos dos años que estuve acá conocí a la mujer con la cual me casé, tuve una hija sanjuanina, gracias a Dios el paso por San Martín y por San Juan fue muy bueno. Pero bueno, ahora estoy en Desamparados y en lo único que pienso es en hacer las cosas bien. Estoy en un club grande y muy importante.

-Tu paso por Bolivia, ¿en qué te marcó?

-Esa también fue una experiencia excelente, salí cinco veces campeón, jugué Copa Libertadores y Sudamericana. Me nacionalicé para jugar la Copa América, pero un mes y medio antes de la Copa tuve la mala suerte de romperme los cruzados y empezar con los problemas en la rodilla. Además, salí mejor jugador del año en el 2011.

-Estas instalado en la provincia ¿es definitivo?

-Ya tenemos nuestra casa, estamos estables pero bueno, si salen las cosas bien y en algún momento sale una propuesta importante en otro lugar, se verá. San Juan es una provincia que me gusta mucho, aunque el momento feo que me tocó vivir fue cuando me asaltaron, yo llegaba de Bolivia y me robaron todos los ahorros. Fue un mal momento porque tuve que empezar otra vez de cero.

-A pesar de todo ¿te sentís parte de la provincia?

-Si, sin dudas. Me siento un sanjuanino más. Desde que me casé no paré de venir, hasta en las vacaciones. Y bueno después nos instalamos acá.

-¿Alejandro Schiapparelli ¿sufre por el fútbol?

-Soy hincha de Boca, pero tampoco soy un fanático de esos que si pierde se pone mal, soy simpatizante. En realidad me gusta ver mucho fútbol, muchos partidos. Canso a mi señora con el fútbol.

-¿Cuál fue tu despegue en el fútbol?

-Cuando terminé la secundaria en mi pueblo (Idiazábal, Córdoba), me fui a jugar a Almirante Brown de Arrecifes (Nacional B), ahí arranqué fuerte. Después fui a Colombia, Uruguay, vine a San Martín, seguí por Chile, Buenos Aires y Bolivia.

-Y entre tantos lugares perdiste el acento cordobés…

-Sí (risas). Me fui a los 17 años de Córdoba y después lo perdí. Ahora no se me nota casi nada cuando hablo, cuesta darse cuenta que soy cordobés.

-El dicho: +técnico que debuta gana+ no se te dio ¿se te dará en la próxima fecha?

-Ojalá. Este es un proceso y se necesita mucho trabajo. A medida que pasen los días los chicos van a ir amoldandose a lo que uno pretende tácticamente. Yo confío plenamente en el trabajo que hago y en ellos. Hay chicos con muchas condiciones que con trabajo y esfuerzo el club va salir a flote.