La cara saboreando el triunfo y el golpe de puño al aire en el sprint fueron casi con rabia, como de desahogo. Y es que Javier Páez se descargó ayer al ganar en Albardón, luego de casi un año de sequía. "Siempre es importante ganar y lo festejé con fuerza porque uno siempre hace las cosas bien, pero no siempre logra la victoria. Además, fue una linda carrera”, apuntó el Nene.

Y no siempre, además, se quiebra a un Richeze en sprint y Páez lo reconoció. "No es fácil ganarle a ciclistas como él, que vienen de Europa y son profesionales. Pero también es cierto que Richeze está arrancando la temporada y nosotros ya vamos por la mitad, así que eso fue una ventaja”, se sinceró el ganador.

Sobre la carrera, Páez apuntó que "había que estar atento a las fugas y se dio que la que prosperó se generó en la primera vuelta. Este es un circuito muy rápido, por lo que se hace duro mantener el ritmo. La clave estuvo en que yo me sentí bien y como me tenía fe, guardé un poquito (de energía) para embalar. Y esta vez se me dio”.