Desde que Argentina salió de nuestro país rumbo a Sudáfrica, el pasado viernes, el tema preponderante es el acompañamiento, en el vuelo y en Pretoria, de los barrabravas. Uno de los 22 violentos que fue en el vuelo de South African Airways, Ramón Ortiz, sostuvo antes de partir que "nosotros arreglamos directamente con Bilardo y Maradona". El secretario de selecciones ya se había despegado el lunes cuanto tiró "no sé quiénes son". Y ayer, el que se desligó de todo fue el propio Pelusa: "No tengo relación con ninguno de ellos. Si quieren prensa, que vayan a laburar", espetó en la conferencia de prensa que brindó junto al capitán Javier Mascherano, y que fue adelantada en dos días para frenar la ola de rumores de vínculo selección-barras.

"Voy a explicar esta historia: el programa principal era ir el 26 a Dubai y de ahí venir acá. Eso era como programa principal. Se cae esto, salimos a buscar tickets por todos lados. Y en realidad los que nos metimos en el avión de los hinchas (NdeR: barras) fuimos nosotros, que no teníamos pasajes. Si son barras o hinchas no me enteré porque nosotros hicimos un entrada vip como hace siempre la Selección. En el vuelo no tuvimos roces con ninguno (dicen que los barras le pidieron fotos a Palermo y Clemente Rodríguez que eran los más cercanos en ubicación). Yo me quedé dormido mirando la película que, por cierto, no la daban en castellano sino en inglés. Me quedé dormido y cuando me desperté estábamos a mitad de camino, y me tomé la pastillita. Y me despertó Mancu antes de llegar. Punto, no hay otra cosa", remarcó Maradona, recién en la décima pregunta de la conferencia. Su versión puede ser cierta, aunque hay puntos no tan claros. Los violentos de "la barra oficial", como se autodenominan, pagaron sus boletos a Sudáfrica de contado y a ocho mil pesos per cápita. Es decir, desembolsaron nada menos que 176 mil pesos. De esta forma, evitaron saber los fondos del dinero. Fueron cuatro de ellos los que estuvieron en la puerta del predio en Pretoria el lunes, reclamando dos bolsos que supuestamente se llevaron los utileros de la selección por error. Los recibió el policía de la Federal, Pablo Fernández Toucido, quien pese a desempeñarse hace seis años en Eventos Deportivos sobre el seguimiento a los barras dijo no conocer a ninguno. El trato ameno en la charla con ellos pareció indicar todo lo contrario.

Diego también tocó el tema de lo que pasó en México 1986: "En el "86. Neustadt, al que Dios lo tenga y no le deje bajar, decía que le habíamos pagado a los barras, y nunca se les pagó nada. En 2010 se dice y no los conozco, no está mi vieja, está por llegar Dalma, Gianinna, Vero, Claudia. Que yo sepa, otro pasaje no salió de mi bolsillo", aseveró. Algo bien distinto a lo que reconoció el domingo por la noche, en el programa "Show del fútbol", otro integrante de aquel plantel como Oscar Ruggeri: "Lo conocíamos todos al Abuelo (jefe de la "12" por entonces). Yo no les di plata porque se me había quemado la casa en ese momento, pero el resto aportó", contó el Cabezón.

Otro punto donde Diego fijo postura fue en una supuesta charla con Grondona, luego de desatarse el escándalo: "A mí Grondona no me dijo absolutamente nada. Ni que viajaban hinchas y mucho menos que barrabravas viajaban con nosotros", subrayó. El presidente de la AFA, el pasado lunes, contó que "llamé a Sudáfrica, no sólo para avisarles a Diego y Bilardo, que podían salir perjudicados con este tema. Que no se metieran en problemas". Cuentan en los pasillos de la AFA que el mandamás está furioso porque nadie le comentó el viaje "compartido" de barras y plantel. Y que mañana, cuando pise suelo sudafricano, habrá bastante café para los tres dirigentes que encabezan la delegación albiceleste.

A los 20 barras que viajaron con el plantel, ya se le sumaron otros 22 que llegaron el martes a Sudáfrica. Cada uno paga 22 dólares por día en un hotel a 60 kilómetros de la concentración argentina. La mayoría son de la facción disidente a la actual conducción de la barrabrava de Boca. Están encabezados por Marcelo "Vaca" Aravena, quien, por ejemplo, en el estreno de Diego como técnico por Eliminatorias ante Venezuela repartió las 400 populares que tenía a su disposición. Afirman que la semana que viene llegan más. Está la selección y también la barra. Bien al estilo argentino, aunque todo pase en Sudáfrica y Diego jure no conocerlos.