El seleccionador holandés, Louis Van Gaal (foto), reiteró ayer su fuerte malestar por tener que jugar frente a Brasil por el tercer puesto del Mundial y no estar en la Final, pero afirmó que ahora la meta es que su equipo regrese a casa "invicta".
En la rueda de prensa previa al partido, el técnico de la Naranja, cuyo juego decayó según avanzaba el torneo, afirmó ayer que su sueño era "ser los número uno", aunque reconoció que no eran el "mejor equipo" del Mundial.
"Todos estamos decepcionados", dijo sobre el estado anímico del equipo. "Antes del torneo dije que éramos el equipo más difícil de vencer y por eso es una vergüenza que no hayamos llegado a la Final", añadió el técnico, que está a punto de cerrar su etapa al frente de la Selección con destino a Inglaterra, donde dirigirá al Manchester United.