El árbitro Héctor Baldassi aseguró que pese a que llovía desde dos horas antes del comienzo del superclásico, optó por comenzarlo para "ver si la cancha respondía", tras lo cual lo suspendió luego de jugarse apenas nueve minutos.
"Me molesta muchísimo porque sé que es un partido con una pasión grande, sé que hay gente que viene del interior, que hace un esfuerzo grande para ver (en la reventa algunos pagaron 400 dólares) y por respeto a ellos quise ver si la cancha respondía, pero hubo tres pelotas que se jugaron y era imposible seguir", argumentó Baldassi.
Baldassi llegó a las 13.15 a La Bombonera cuando hacía rato que llovía torrencialmente sobre la Ciudad de Buenos Aires. Encima el pronóstico marcaba que iba a continuar el mal tiempo. El árbitro inspeccionó una vez la cancha apenas llegó y luego lo hizo en un par de ocasiones el cuarto árbitro, Gabriel Favale. "Pensé que el partido se podía jugar", dijo el referí respecto a la previa. Asimismo, reconoció que Favale le dijo cuando salieron a la cancha que "había mucha agua". "No hubiese sido un partido de fútbol", aseguró Baldassi en el caso de haber continuado con el encuentro. "Fue decisión mía la suspensión" y admitió que entre los jugadores "había algunos a favor y otros en contra" de seguir.