"En los últimos kilómetros venía más concentrado que nunca. No quería que se me fuera nadie de los de arriba. Recién al último me relajé y lo disfruté. Estoy re contento por haber ganado por primera vez y en una carrera de esta magnitud, con la gente de primer nivel que había. ¡Al fin sé lo que se siente!", dijo Zamora, que no paró de reir en ningún momento.
"El apoyo del equipo fue fundamental. Nunca me dejaron solo y cuando tuve que salir a buscar yo, siempre trataron de ayudarme desde atrás. La parte más difícil fue en la mitad, cuando mis compañeros sintieron el esfuerzo y Pocito no dejaba de atacar. Pero se recuperaron rápido y volvimos a controlar todo", agregó.
En tanto, sobre sus sensaciones al cruzar la meta y someterse al ritual de los abrazos, las felicitaciones, las notas y el podio, el primerizo contó que "me acordé de mis inicios en la escuela del Payaso (Valdez), del esfuerzo, porque todo se me hizo duro siempre. Pero ahora estoy en un equipo que nos da un apoyo bárbaro y siento que venía haciendo las cosas bien. Sabía que se me tenía que dar en algún momento y esperé. Me tocó y creo que más tarde recién voy a caer que gané mi primera carrera".