-¿Cuánto tiempo estuviste lejos de San Juan?
-Fueron casi 7 años. Me fui a Mendoza, pasé por Córdoba, Misiones y ahora estoy regresando al club en el que jugué desde los 8 años. Es mi casa Trinidad, así que podría decir que nunca me fui.
-¿A nivel personal, qué fue lo mejor que sacaste de este período de tu carrera?
-Creo que lo mejor fue madurar. Como persona y como jugador. Siempre soñé con jugar afuera algún día y cuando justo se me dio, pasó lo de la muerte de mi papá. Fue muy duro. Alcanzó a verme jugando afuera un solo partido y creo que gracias a que estaba ya lejos de San Juan seguí jugando porque si me quedaba acá, seguramente hubiera dejado el fútbol. Fue un golpe muy duro el de mi viejo, aún lo siento, pero estar lejos, tener que aguantar todo solito, ir a entrenar y crecer de golpe me hizo ver todo distinto. Creo que eso es lo mejor en el balance, además de haber conocido a mi novia en Río Cuarto.
-¿Y si te pregunto por lo peor?
-Lo que viví en San Martín de Mendoza a fines del año pasado. Habíamos quedado afuera de la Copa Argentina con Unión y cuando volvimos a Mendoza, como a las 3 de la mañana, un grupo de 6 o 7 hinchas me apuraron mal, me robaron el bolso y me golpearon. Yo no hice denuncia, pero al día siguiente cuando fui a entrenar, los mismos estaban en la tribuna y me amenazaron feo. Ahí decidí que esperaba un partido más y me iba.
-Estando afuera, ¿qué era lo que mas extrañabas de San Juan?
-Yo creo que los afectos. A mi vieja, a mis dos hermanas, a mis sobrinitos. Se extraña todo, pero se valora también todo lo que se puede tener en tu tierra. Eso fue lo más asombroso para mí. Ver qué cosas tenía y qué otras me faltaban.
-¿Con qué Luis Pérez se van a reencontrar los hinchas de Trinidad ahora?
-Creo que encontré madurez en todo sentido. Para volver a Trinidad mucho tuvo que ver que Alberto Platero fuera el presidente y que Juan Pagés siguiera coordinando todo. Yo elegí volver porque pensé mucho el momento de regresar. Creo que eso es estar más maduro porque antes hubiera elegido cualquier otro equipo pero ahora no. Y en la cancha, ahora elijo mejor los momentos, como que hay un tiempo más en la cabeza para decidir si se corre, se frena, se toca corto o largo.
-Y en los sentimientos, ¿a qué realidad se ajusta este Luis de hoy?
-Yo llegué a Río Cuarto y encontré al amor de mi vida. Ella estudia allá y este lunes se recibirá de contadora. Fue muy importante en todo momento porque siempre me bancó todo, siempre estuvo ahí. Como que era lo que yo necesitaba para estar completo. Ahora, espero que en éstos días se venga a San Juan para volver a estar juntos. Te diría que estoy muy bien, muy seguro de todo y planificando un futuro acá o en Río Cuarto, que es una ciudad que me encanta y en la que recibí mucho afecto.
-La última ¿qué esperás de esta vuelta a tu tierra?
-En lo personal, recuperar mucho del tiempo perdido lejos de mi gente, de mi vieja, de mis hermanas. En lo deportivo, aportarle a Trinidad lo que sea necesario para pelear más arriba y no sólo limitados a lucharle al descenso.

